Hesperidina, el componente más interesante y menos conocido de la naranja

La naranja tiene componentes de interesantes propiedades medicinales que no han sido tan publicitados en los medios ni en los manuales de nutrición y salud. Tal es el caso de la hesperidina, un azúcar flavoniode de la naranja que se encuentra en importantes cantidades.

Redacción/Por Jordi Sabaté/ Sin Embargo/España, 20 de diciembre 2019 12:03 am  (ElDiario.es).- Son muchas las veces que hemos oído hablar a lo largo de nuestra infancia de la importancia del jugo de naranja con el desayuno como fuente de energía y vitamina C, para luego descubrir que la susodicha vitamina no está solo en los jugos de cítricos, sino que se la puede encontrar en otros alimentos, como por ejemplo pimientos, el perejil o el brócoli.

Además, se nos ha desvelado que los zumos no son ni la mitad de buenos que comerse las naranjas enteras, pues prescinden de la fibra vegetal, que es la que evita que pasen demasiados azúcares a la sangre, y en cambio tienen un aporte neto de glucosa y sacarosa muy alto. Conclusión, no aptos si queremos evitar acabar diabéticos.

Por otro lado, la naranja tiene otros componentes de interesantes propiedades medicinales que no han sido tan publicitados en los medios ni en los manuales de nutrición y salud. Tal es el caso de la hesperidina, un azúcar flavoniode de la naranja que se encuentra en importantes cantidades.

A razón de casi 200 mg por 100 gramos de naranja, incluso superiores a la vitamina C, ya que esta se concentra en cantidades de 45 mg por 100 ml de jugo; en el mismo zumo, la hesperidina supera los 50 mg por 100 ml. Por cierto, que la pieza entera contiene hasta 2.4 veces más hesperidina que el jugo, por lo que ya tenemos otra razón para apostar por las naranjas sin exprimir.

¿QUÉ CUALIDADES TIENE LA HESPERIDINA?

Como glucósido flavonoide, posee propiedades tanto antioxidantes como antiinflamatorias, siendo estas las más interesantes en el caso de la hesperidina. Un estudio sobre cuatro pacientes con hemorroides sangrantes a las cuales se les recetó concentrados de hesperidina, observó sensibles mejoras en dos de las pacientes, lo que permite indicar un camino de investigación que de sus frutos en el futuro.

Por otro lado, un meta-análisis sobre el uso de flavonoides también en el tratamiento de las hemorroides, reveló su ingesta sostenida apacigua en más de la mitad de los pacientes la persistencia o empeoramiento de los síntomas en las hemorroides de menor gravedad. La combinación más usada, y que se mostró más eficiente en la desinflamación, fue la que mezclaba diosmina, obtenida del naranjo amargo, o naranjo de Sevilla, con hesperidina, común en todos los cítricos.

En este sentido, los glucósidos flavonoides como la hesperidina muestran una doble función en la mejora de las hemorroides. Por un lado, protegen frente a los radicales libres, que son los compuestos que provocan la oxidación y envejecimiento de las paredes de arterias y venas.

Por otro, su acción vasoconstrictora y antiinflamatoria mejora la tensión de la vena, de modo que impida el embolsamiento de sangre que es el que dificulta la defecación y tiende a provocar coágulos y sangrados. Otro campo en el que se le atribuyen beneficios es en las varices, de casuística similar a las hemorroides.

¿POR QUÉ NO ES TAN CONOCIDA LA HESPERIDINA COMO LA VITAMINA C?

Es cierto que hemos oído hablar poco de ella, quizás porque no es una sustancia tan importante para nuestra supervivencia como la vitamina C, cuya deficiencia vitamínica causa la terrible y mortal enfermedad conocida como escorbuto. De todos modos es más conocida de lo que creemos, al menos al otro lado del Atlántico y más concretamente en Argentina, donde una bebida del mismo nombre va íntimamente ligada a la ciudad de Buenos Aires.

La hesperidina, bebida, se obtiene de la extracción de los compuestos de la corteza de naranja amarga y fue creada y comercializada a mediados del siglo XIX por un químico estadounidense como tónico estomacal y medicinal. Se llegó a utilizar en los hospitales y en la atención de los soldados en la guerra de la Triple Alianza de Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay. Ya en el siglo XX fue muy popular como saborizante de cócteles y se recuerda por ser la bebida favorita de Roberto “el polaco” Goyeneche, inmortal intérprete de Malena, Chiquilín de Bachín o Balada para un loco.

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