Con muchos sindicatos en una empresa, hay riesgo de violencia

La iniciativa laboral contiene riesgos que deben erradicarse, opina el dirigente de la mayor central sindical del país.

Luis Miguel González/El Economista/05 de abril de 2019, 01:06. Tener dos o más sindicatos en una empresa podría traer violencia, advierte Carlos Aceves del Olmo, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), “eso es algo que funciona en otros países, pero en México tendría riesgos, el más grave sería el uso de la fuerza para imponerse (…) Hay lugares donde ya hay violencia y las cosas sindicales podrían resolverse a balazos o a machetazos”, afirma.

Carlos Aceves del Olmo platica con El Economista de la reforma laboralque viene. Además de los multisindicatos le preocupa la posibilidad de que participen sindicatos extranjeros en la vida sindical de México. El texto de dictamen que circuló ayer deja abierta la puerta para que sindicatos extranjeros participen en la negociación del contrato colectivo, de una empresa trasnacional, en la interpretación de Carlos Aceves del Olmo, “nos gustaría que quede claro que eso no puede pasar”, explica este hombre de 76 años que empezó trabajando en una planta automotriz a los 14 años y, ahora, a través de la CTM tiene la titularidad de la mayoría de los contratos de la industria automotriz.

¿Cómo afecta la presión de Estados Unidos en la discusión en México?
Me parece que está bien lo que dice la señora Pelosi de relacionar la reforma laboral con la aprobación del T-MEC, por parte de los demócratas, pero debemos tener cuidado de que eso no se convierta en una intervención de los sindicatos de Estados Unidos en México. El líder de la CTM ocupa un escaño en el Senado. Es el único del PRI en la Cámara Alta. Un mundo de diferencia respecto de su primera experiencia legislativa. Entonces, el PRI tenía 300 diputados y el sector obrero, 40 curules.

“Somos minoría aquí, pero seguimos siendo el principal sindicato de México, con más de 5 millones de afiliados. No ganaremos una votación, pero tenemos experiencia y argumentos para convencer. Sabemos que hay competencia, pero somos los más grandes, con diferencia. Hay chihuahueños que quieren hacerse pasar por san bernardos”, expresa.

Con prudencia, aborda un tema que está en el aire: ¿el presidente quiere crear su propia central obrera?, le preguntamos. “se dice mucho eso, pero no es tan fácil. El hecho de que los sindicatos como la CTM lleven mucho tiempo no significa que vayan a desaparecer. El Ángel de la Independencia tiene más años y sigue ahí”. Los sindicatos deben renovarse, reconoce, “desde los tiempos de don Fidel se decía que era necesario hacer una limpia. Yo pienso que debemos abrir espacios a las nuevas generaciones, pero también mantener a algunos de los viejos”.

¿Cómo es su relación con el presidente?
He recibido un buen trato del presidente y su equipo, dice el líder de la CTM, me invitó a conversar en Palacio Nacional, allí estuve una hora y le hice saber algunos de los temas que considero relevantes. Yo pienso que debería desaparecer el salario mínimo, en vez de preocuparnos por incrementarlo (…) Fue receptivo: coincidimos en que los trabajadores deben tener más, mi posición es que debemos poner mucha atención en mantener la paz laboral (…) de la reforma, creo que podemos lograr un acuerdo, a pesar de algunas diferencias. Es cuestión de pulir algunos puntos.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

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