Cientos de gimnasios de la CDMX no cumplen con la ley y no tienen personal capacitado en primeros auxilios, poniendo en riesgo a los asistentes.
José Luis Ramos | Reporte Indigo |28 de Nov, 2024. Las recientes muertes de personas en cadenas de gimnasios en la Ciudad de México (CDMX) abren la puerta a una mayor vigilancia por parte de las autoridades de la capital y a que, desde el Congreso local, se exija la aplicación de la regulación para garantizar el bienestar y la seguridad de los usuarios de los establecimientos.
En la CDMX existen más de 400 gimnasios, según datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estos recintos cuentan con diversas actividades como musculación, zumba, crossfit, pilates, yoga y otras que se ofertan como alternativas saludables al sedentarismo.
Sin embargo, también se han convertido en lugares que no están preparados para atender emergencias, y cada vez son más frecuentes los desvanecimientos de personas en este tipo de instalaciones por la falta de atención oportuna, y que el personal de los establecimientos no está capacitado para brindar primeros auxilios a los usuarios.
Aunado a esto, la falta de rigor de los establecimientos para solicitar chequeos médicos a sus clientes, así como de las mismas personas que acuden a realizar actividades físicas sin un monitoreo médico adecuado, se ha convertido en un factor de riesgo que está provocando muertes.
Piden verificación de todos los gimnasios
A pesar de que en las fracciones II y X del artículo 10, y en la fracción VII del Artículo 56 de la Ley de Establecimientos Mercantiles de la Ciudad de México se estipula que estos recintos deben contar con póliza de seguro y personal capacitado en primeros auxilios y asistencia médica para seguridad de las y los usuarios; la realidad de los gimnasios capitalinos dista de cumplir con la regulación.
“Varios casos se han suscitado, particularmente en la cadena Smart Fit, y estamos hablando de una mujer haciendo ejercicio que no recibió ayuda oportuna, se desvaneció de manera repentina y perdió la vida. Otro caso reciente es el de un señor de 74 años de edad, en Plaza Zentralia, donde los servicios de emergencia acudieron, pero fue demasiado tarde”, refirió a Reporte Índigo la diputada local de Morena, Elizabeth Mateos
El pasado 14 de noviembre, Mateos presentó un punto de acuerdo en el Congreso de la Ciudad de México, mediante el cual el Poder Legislativo local solicitó a los titulares de las 16 alcaldías, así como al Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) y la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), realizar visitas de verificación a la cadena de gimnasios Smart Fit, con el fin de que estos establecimientos cumplan con la normativa.
Mateos explicó a este medio que no se están buscando modificaciones en la ley, sino que este tipo de establecimientos acate lo que ya estipula la regulación, pues agregó que, en los casos en los que se perdieron vidas humanas, los gimnasios no contaban con personal médico ni se proporcionó la atención adecuada.
“Es una de las cadenas, digamos de los negocios en cuestión de gimnasio más grandes que hay en la ciudad y los costos son altos, no cualquiera puede pagarlos, y no están cumpliendo con lo que está marcando la ley”, agregó Mateos.
La diputada local de Morena recalcó que “no es un asunto menor”, porque puede ser la diferencia para salvar la vida de las personas, y aclaró que las verificaciones que deben emprender las 16 alcaldías, el INVEA y la SGIRPC no solo deben enfocarse en esta cadena de gimnasios, sino en todos los establecimientos de esta índole.
“Es indispensable porque así lo marca la ley. Tienen que tener su médico y deben de tener el seguro, contar con la póliza, en caso de que no, se habla de negligencia”, aseveró la legisladora local.
La oleada de muertes
Solo en lo que va de 2024, se han registrado al menos cuatro muertes en gimnasios de la cadena Smart Fit, una de las más populares de la capital y que tiene alrededor de 100 sucursales en la CDMX.
A inicios de febrero, un hombre de 49 años que respondía al nombre de Óscar se desvaneció mientras se ejercitaba en la caminadora electrónica del Smart Fit ubicado dentro de la Plaza Vía 515, en la alcaldía Iztacalco, y aunque se le intentó reanimar perdió la vida.
Para el 28 del mismo mes, se reportó la muerte de Ailen en el Smart Fit de Puerta Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero, la joven de 20 años se desvaneció mientras se ejercitaba en el área de pesas, y aunque el personal del gimnasio pidió ayuda a los paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, estos no pudieron reanimar a la mujer.
En abril Loyda de 60 años perdió la vida dentro de las instalaciones del gimnasio Smart Fit ubicado en Parque Tepeyac, en Gustavo A. Madero, donde se desvaneció y perdió la vida. Mientras que el pasado 4 de noviembre, un hombre de 74 años de edad falleció en el Smart Fit ubicado en Plaza Zentralia, en la alcaldía Iztapalapa, al lugar acudieron paramédicos de la demarcación sin que tuvieran éxito en sus intentos de reanimar al hombre.
Reporte Índigo pudo constatar que la cadena de gimnasios se deslinda de manera contractual de toda responsabilidad sobre el bienestar de sus usuarios. En sus acuerdos de adhesión LATAMGYM S.A.P.I. DE C.V. (Smart Fit) señala que “no se responsabilizará por daños sufridos durante la práctica de ejercicios físicos que no sean directamente resultantes de estos factores”.
Y, en el caso de la salud de sus clientes, la cadena de gimnasios se autoexime y responsabiliza directamente a sus usuarios de su evaluación médica, sin hacer hincapié en la importancia de esta o exigirla con firmeza para evitar tragedias.
El papel de la Fiscalía, investigaciones por negligencia
Al momento, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la CDMX tiene abiertas varias indagatorias sobre las muertes en los gimnasios Smart Fit de la capital, en las que todavía se analizan los incidentes para determinar si se trata de accidentes o de posibles homicidios culposos por negligencia de los gimnasios.
Lo anterior, debido a que los testigos de los hechos señalan que los recintos no cuentan con personal capacitado para atender las emergencias y, según los testimonios, ha habido interferencia del personal al no permitir las llamadas a los cuerpos médicos.
“Hay un proceso de investigación, pero ahí es muy clara la violación a la ley, es negligencia, son vidas que se pudieron haber salvado, porque los minutos o los segundos en lo que tarda en llegar un servicio médico son la diferencia para que una persona sobreviva o no”, agregó Mateos.
Sin protocolos ante emergencias
Aunque la Ley de Establecimientos Mercantiles establece que el personal de los gimnasios debe estar capacitado para brindar primeros auxilios, en los hechos se ha puesto en evidencia que no tienen la capacidad de reacción necesaria para atender este tipo de contingencias que, en muchos casos, pueden tener desenlaces fatales.
En octubre del año en curso, Norma Carranza, una habitante de 56 años de edad de la alcaldía Benito Juárez realizaba actividad física en el gimnasio C+ Narvarte. No obstante, de un momento a otro, perdió el conocimiento y cayó al suelo inconsciente.
“Mientras estaba en la caminadora, perdió el conocimiento y se desmayó, tardaron un tiempo en percatarse que yacía en el suelo”, relató a este medio Naomi, quien es hija de Norma, y cuida de ella mientras está en el hospital.
Los gimnasios de la Ciudad de México no dan seguimiento a la salud de sus usuarios y tampoco saben cómo reaccionar ante las emergencias que se derivan de la falta de estos protocolos. Foto: Especial
“La pasaron a una cama donde tuvo una reducida atención médica. Lo que sí es que se ofrecieron a enseñarles la cámara de seguridad para que ella viera lo que había acontecido”, añadió.
Sin embargo, tras visitar al médico cayeron en cuenta de que Norma no recibió la atención adecuada. “Lo que nos causó descontento es que no monitorearon signos vitales y solo esperaron a que recuperara la consciencia, lo cual pudo haber sido catastrófico”, subrayó Naomi.
La joven capitalina explicó que su mamá acudió al cardiólogo, especialista que advirtió que en dicho momento, Norma pudo haber tenido un paro cardiaco.
“Nos dijo que sus dos válvulas estaban tapadas, que de no operarse existía el riesgo de muerte súbita”, agregó.
El médico también les realizó cuestionamientos en relación al gimnasio, si al momento de inscribirse se le hizo algún examen médico o se valoró con expertos de la salud si era competente para realizar actividad física; no obstante, esto nunca ocurrió.
Casos como el de Norma, reflejan una realidad en los recintos deportivos de la capital y de nuestro país, en los que —a excepción de actividades como la natación— no se solicita ningún tipo de evaluación médica.
“Los casos de los atletas que acuden al gimnasio y tienen eventos de muerte se deben a que no tiene una valoración cuando llegan a entrenar. Muchos de ellos tienen problemas congénitos cardiacos, una de las causas principales de muerte, es decir que ya tienen enfermedades que nadie las diagnosticó y la sobrecarga de ejercicio deriva en la muerte”, detalló a este diario Francisco Cruz, médico especializado en Ortopedia del Deporte de Alto Rendimiento.
Según datos del INEGI, en la Ciudad de México la principal causa de muerte tanto en hombres como mujeres entre enero y marzo de 2024 fueron las enfermedades del corazón y, en el caso de las mujeres, la quinta mayor causa de muerte fueron las enfermedades cerebrovasculares.
“La principal causa es cuestiones congénitas, seguida de lo que son aneurismas en el nivel cerebral, que se rompen por el esfuerzo de la carga del peso y por eso tienen muertes súbitas inmediatas”, puntualizó Cruz López.
Estudios preventivos para salvar vidas
Desde el monitoreo previo y constante de la salud, hasta la presencia de desfibriladores en los gimnasios podrían ser factores clave para salvar la vida de las personas que se desvanecen los gimnasios de la Ciudad de México, así lo detalló el médico especializado en deporte, Francisco Cruz López.
Para el médico, además de los males congénitos y el riesgo latente del mal uso del equipo en los recintos deportivos, se suman factores de riesgo como el consumo y abuso de sustancias que recetan en los gimnasios.
“Algunos entrenadores dicen, ‘mira, tómate esta proteína’, pero hemos atendido casos en los que reciben medicamentos a través de Internet de otros países, supuestamente para que tengan mayor masa muscular y que terminan en rupturas de tendones por exceso de esteroides”, sostuvo.
Con los estudios correctos de salud para realizar actividades físicas y el equipo adecuado, se podrían evitar muertes súbitas en los gimnasios de la Ciudad de México y del país. Foto: Especial
Aunado a esto, Cruz López aseguró que los chequeos médicos están recomendados para todas las personas que realizan actividad física. No obstante, las personas mayores de 50 años, y los gimnasios o clubes deportivos a los que se quieran inscribir, deben tomar en serio su valoración para evitar tragedias.
“Lo primero que tienen que hacer es tener una carta de valoración de un cardiólogo o su médico internista, en el cual le hagan estudios para medir su glucosa, ácido úrico, triglicéridos, y evaluar si vale la pena que entrene, o sea, que se someta a riesgo”, aclaró.
En este sentido, el especialista en Ortopedia del Deporte de Alto Rendimiento, destacó la importancia de que los gimnasios contemplen una valoración cardiológica inicial, con laboratorios y ecocardiograma para tener una idea clara si las personas pueden someterse a las rutinas de ejercicio.
“A veces al llegar al gimnasio los ponen a trabajar como si tuvieran 20 años y entrenan excesivamente, siendo que es otra edad y es otro ritmo cardíaco y las fibras musculares no están adaptadas para eso”, indicó.
Desfibriladores en gimnasios, una necesidad
Cruz López señaló que, además de la presencia de personal capacitado en primeros auxilios, en la regulación se debería contemplar la instalación de desfibriladores en los gimnasios para que la respuesta ante emergencias como los desvanecimientos provocados por eventos cardiacos.
“Actualmente en los gimnasios no tienen desfibriladores, y eso en países como Estados Unidos ha salvado la vida a muchos atletas por la atención inmediata que se les debe dar”, sostuvo el médico quien afirmó que se debe priorizar la preparación como paramédicos del personal de los gimnasios, para que estos puedan reaccionar de manera inmediata y salvar vidas.