Se esperaba un alza por el importante endeudamiento que se presentó este año, principalmente para distribuir en los programas sociales.
Por: Yolanda Morales| foto: reuters Rick Wilking |El Economista |martes 26 de noviembre de 2024 – 01:23. Las transferencias de recursos al exterior, para el pago de intereses del gobierno y del sector privado alcanzaron el nivel más alto en 22 años, cuando hicieron cambio de metodología, según información divulgada por Banco de México.
Entre enero y septiembre de este año, tanto los emisores privados como los del sector público, realizaron pagos de intereses por 24,086 millones de dólares, cifra que se convirtió en la más alta desde 1990.
Este periodo coincide con el inicio de la normalización de las tasas de interés de Estados Unidos, como ha explicado desde Santiago de Chile, el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Salazar Xirinachs.
El caso de México es similar al que enfrentarán las demás economías de la región latinoamericana y está ligado al aumento de la tasa de interés de Estados Unidos en particular, sostuvo el funcionario cuando presentó el “Panorama Social para América Latina y el Caribe”.
De acuerdo con las estadísticas del Banco de México, 56.2% de estos réditos reportados en los primeros nueve meses del año, fue pagado por los emisores del sector público.
Es decir, sólo los emisores del sector público transfirieron para el pago de intereses por la deuda 13,538 millones de dólares entre enero y septiembre de este año.
Los citados emisores del sector público son el gobierno federal, empresas paraestatales y públicas como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE); el Banco de México y el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) así como gobiernos estatales y municipales.
El director de Investigación Económica en el think lab Saver, Luis Pérez Lezama, explicó que esta importante transferencia del sector público al exterior para el pago de los intereses no sorprende, pues se trata de la última foto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sí es preocupante, pero ya sabíamos que venía por el importante endeudamiento que se presentó para este año, principalmente para distribuir en los programas sociales.
Se trató de un apalancamiento que tuvo como principal destino el consumo y no se usó para invertir en infraestructura, resaltó.
Intereses de emisores privados, también por los cielos
Al interior de las estadísticas de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos se observa que en los tres trimestres del año en curso, el sector privado transfirió 10,548 millones de dólares para cumplir con el pago de intereses por la deuda contratada en moneda extranjera.
Los emisores del sector privado son las instituciones de banca comercial y empresas privadas.
Esta transferencia al exterior por parte de emisores privados, presentó un repunte al compararle con el monto que pagaron en el mismo periodo del año anterior, correspondiente a 8,972 millones de dólares.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés) ha dicho que la exposición de los emisores de los mercados emergentes tendría que identificarse en función de la fluidez de los ingresos en moneda extranjera, lo que permitirá medir en qué proporción estaría cubierta su deuda en dólares.
El catedrático e investigador de Saver, llama la atención también sobre el crecimiento de la deuda del sector privado.
Esto lo que nos dice es que hay una gran cantidad de empresas privadas financiadas por sus matrices en otras latitudes.
Si bien admitió que puede estar mostrando una tendencia positiva sobre la relocalización, también considera que puede estar relacionada con el incremento de la demanda interna y el consumo.
Algo en lo que no podemos escatimar es reconocer que el Presidente anterior se comprometió a hacer una economía cerrada y circular, enfatizó.
Refleja restricción histórica
La información estadística del Banco de México muestra que la carga de intereses de la deuda externa total, que incluye al sector público y privado comenzó a crecer en el 2023.
Así, paso de un registro de 16,966 millones de dólares entre enero y septiembre del 2022, de una transferencia total de recursos desde México al exterior, para honrar el pago de intereses por la deuda contratada por el sector público y privado, a 24,086 millones de dólares reportados durante los primeros nueve meses de este año.
En ese lapso, la Reserva Federal de Estados Unidos incrementó la tasa de interés en siete ocasiones para llevarla desde 0% a 4.25%, en siete movimientos que iniciaron en marzo del 2022.
Cuenta corriente, con superávit
La cuenta corriente de México registró un superávit de 733 millones de dólares en el tercer trimestre del año, informó el Banco de México.
Pese al saldo positivo del periodo reportado, no alcanzó para compensar el déficit en que se mantuvo los trimestres previos y en el acumulado de los nueve meses reportados, el registro fue de un déficit equivalente a 1.3% del Producto Interno Bruto (PIB). Un saldo deficitario similar al observado en el mismo periodo del año pasado.
De acuerdo con el director de Investigación Económica en el think lab Saver, Luis Pérez Lezama, se trata de un superávit pequeño por cuestión del tipo de cambio. Es decir, tenemos un volumen de importación similar al que hemos manejado, es un superávit por tipo de cambio.
Además, al mirar toda la serie, desde el primer trimestre del 2023, se observa inestabilidad, irregularidad y falta de solidez.
“La administración anterior no contribuyó a estabilizar el déficit de la cuenta corriente, recordemos que estamos viendo la última foto que dejó el gobierno anterior”.
Al hacer una revisión del comportamiento de las cuentas externas mucho más amplio, en los últimos tres años, lo que vemos es volatilidad en el saldo de la cuenta corriente. Esto nos deja vulnerables a las condiciones de Estados Unidos en particular, subrayó aparte desde Nueva York el economista para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos.
Visto trimestre a trimestre, desde el de enero a marzo del 2021, se han intercalado saldos deficitarios y superavitarios en la cuenta corriente sin generar una tendencia clara.
Encontramos ocho saldos deficitarios (durante el primer y tercer trimestre del 2021; en los tres primeros trimestres del 2022 y en el primer cuarto de este año). Y siete con saldo superavitario, segundo y cuarto trimestre del 2021; en el último cuarto del 2022; en el segundo, tercero y cuarto trimestres del 2023 y el segundo y tercero de este año.
Alberto Ramos explicó que, en su evaluación, esta balanza de pagos sigue estando mucho más expuesta a un choque de confianza o de política que podría debilitar significativamente los flujos de la cuenta de capital, de cartera y de Inversión Extranjera Directa.
Remesas, clave
Pérez Lezama agregó que la variable de la balanza de pagos que será clave el próximo año será la de remesas
Esto por la moderación que se presentará ante las políticas migratorias que planea aplicar Donald Trump tras asumir la presidencia, y porque al aplicar un deflactor a la balanza de pagos, tanto las remesas como el tipo de cambio, terminan favoreciendo al saldo.
La información muestra que la balanza de ingreso secundario registró un superávit de 16,932 millones de dólares.