La Dama de Hierro especificó que esas evaluaciones se aplican sólo a policías y consisten en la prueba del polígrafo y exámenes médicos, toxicológicos y psicológicos.
Rafael Montes | Foto Diseño: Rafael Mejía |Milenio |México / 20.11.2024 00:58:00. La nueva Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno aplicará evaluaciones de control de confianza a altos funcionarios del gabinete presidencial que, por el cargo que ocupan, puedan ser proclives a cometer actos de corrupción, anunció, en entrevista con MILENIO, Raquel Buenrostro, secretaria de la Función Pública.
Hasta ahora, esas evaluaciones se aplican sólo a policías y consisten en la prueba del polígrafo y exámenes médicos, toxicológicos y psicológicos.
Conocida desde que encabezó el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como La Dama de Hierro, mote que no le molesta en absoluto, como sí le incomodaría el de blandengue, Buenrostro advirtió que castigará severamente a quienes por corrupción arriesguen la vida de los mexicanos.
—¿Cómo aplicar sanciones más fuertes?—
“Estamos trabajando iniciativas para la Ley de Adquisiciones y la Ley de Obras y vienen sanciones más fuertes. Si por una negligencia o un acto de corrupción, se pone en riesgo la vida de una persona, tiene que sancionarse más fuerte. No solo por la vía administrativa, sino por la penal. Queremos presentar la iniciativa y que se apruebe este mismo período, para empezar el primero de enero”.
—¿Qué merecería una sanción ejemplar?—
“Por ejemplo, el desabasto simulado de medicamentos, al que nos enfrentamos mucho. Eso pone en riesgo la salud y la vida de las personas”.
—¿Qué significa ser más preventiva y menos correctiva?—
”Estamos haciendo crecer una Subsecretaría de Buen Gobierno con varios ejes. Uno es la profesionalización del servidor público. También va a haber un área de Evaluación de Confianza. ¿Qué quiere decir? Que los servidores públicos en puestos de alto riesgo o que son proclives a la corrupción, van a pasar por exámenes de confianza. Eso es nuevo. También vamos a tener un área de acompañamiento a proyectos prioritarios. Estamos identificando cambios de ley porque luego la ley trae cosas que es imposible cumplir. Por ejemplo, la ley dice que antes de construir un tren, debes tener el proyecto definitivo. Eso no existe, todo el tiempo estás haciendo autocorrecciones. Entonces ¿para qué ponemos en la ley cosas que no se pueden cumplir? Mejor, quitemos los estorbos”.
—¿Qué va a pasar con el SNA?—
“Se crearon muchas figuras para la burocracia dorada que no dieron resultados. Es como cuando te peleas con alguien y luego le quieres pedir una disculpa y le das un presente. Dependiendo del presente, así fue la culpa, ¿no? Crearon muchos aparatos de transparencia porque el gobierno era muy opaco y querían justificar con institutos que no solucionaban el problema. El SNA también está ahí, pero en realidad no hay una coordinación”.
—¿Está convencida de que el INAI tiene que desaparecer?—
“Yo no veo que genere un valor agregado. La máxima facultad que tiene es si el servidor público niega la información reiteradamente y el INAI la exige, puede pasar a pleno y se hace la destitución del servidor público. Eso nunca ha pasado”.
«—No, el INAI no destituye funcionarios. Da vista a los órganos de control (…) No, sí. Si tú desacatas tres veces, en la tercera se va a pleno y puede hacer la destitución del funcionario. Se argumenta que debe ser autónomo».
«En Estados Unidos no existe un órgano autónomo de transparencia. Ni siquiera hay un ente que junte las solicitudes ni un ente técnico especializado. En Canadá es igual. Prácticamente, ningún país tiene órganos autónomos de transparencia».
Usted es matemática y maestra en Economía, —¿Por qué cree que su perfil fue atractivo para encabezar esta secretaría?—, le preguntaron.
«Es una mezcla del perfil y de la experiencia. Tengo más de 28 años trabajando en la administración pública, en la Secretaría de Hacienda, tanto en el SAT, como en la Subsecretaría de Egresos, y en Pemex».
—¿Su vocación matemática le ayuda?—
«Las matemáticas me ayudan a estructurar muy rápido un problema, entenderlo más fácil y buscarle solución».
—¿Qué le encargó la presidenta en esta Secretaría?—
«Que sea una Secretaría más proactiva. No el clásico auditor que nada más va en la parte sancionadora. No esperar a que haya corrupción, queremos prevenirla».
—¿Es cultural la corrupción?—
«No creo. Yo creo que hay gente con principios y ética que nunca se va a ver tentada con la corrupción y personas débiles o sin valores. Es una cuestión de principios y de oportunidad. Entonces, si alguien tiene bajos recursos y mucha oportunidad de cometer un acto de corrupción, lo va a cometer. Nuestra función es identificar a servidores públicos con principios éticos y cuando alguien rompa ese comportamiento, que haya sanciones (…) ¡Y sanciones fuertes! Queremos que sea más caro violar la ley que cumplirla. Y eso no solo es para servidores públicos, también privados».
—¿Le gusta que le digan La Dama de Hierro?—
«Digamos que no me molesta. Prefiero que me digan La Dama de Hierro y cobrar impuestos, a que me digan blandengue y no cobrar nada».
En el tema de adquisiciones, se señaló que el sexenio pasado se abusó de la adjudicación directa —¿es real?—
«Hay que ver con calma porque por ejemplo, la subasta no existe hoy en ley. Se hicieron, en algún momento subastas. En 2019, cuando fui Oficial Mayor, hice algunas subastas, pero como la figura no existe en la ley, pasaban como si fuera una adjudicación directa. Me explico: si íbamos a comprar, por ejemplo, un paracetamol».
«Hacíamos una investigación de mercado y tomábamos el precio más bajo, y decíamos ‘vamos a salir con este precio’ y empezaba la subasta. Entonces, cada empresa desde su lugar podía conectarse, veía el precio más bajo y pujaba, hacia abajo, cada tres minutos, alguien tenía que pujar y si no, paraba. Pasaban otros tres minutos y así y al final, cuando ya se dejaba la puja, el precio ya estaba muy abajo y en ese momento, se cerraba la subasta y se procedía con la compra. Como no existe la figura de subasta, se hacía una compra con adjudicación directa y se justificaba porque el precio estaba muy por debajo de todas las cotizaciones. Y los precios llegaron a ser hasta del 70% más baratos».
—¿Es mejor que una licitación?—
«Las subastas, cuando el bien está de bien definido, nos han traído muchos ahorros. Lo que queremos es hacerlo transparente y poner en la ley la figura de la subasta».
El programa de Alertadores de la Corrupción, que se creó el sexenio pasado, —¿lo va a mantener?, ¿ha funcionado?—
«Lo estoy revisando. No hemos visto los resultados. Todavía ahorita estamos en la etapa de diagnóstico y lo que yo sí creo es que todas las cosas que funcionan, hay que mantenerlas y cuidarlas y solo aquello que no esté funcionando es lo que hay que inventar otra manera de cumplir el objetivo».
La Dama de Hierro acepta su apodo (Araceli López).
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—¿Por qué cambiarle el nombre a la Secretaría de la Función Pública?—
«Porque lo que hay que tener siempre presente es que nosotros gobernamos para la gente y la rendición de cuentas se hace hacia el pueblo. Y cuando alguien dice la ‘Secretaría de la Función Pública’, nadie sabe a qué se refiere. ¿La función pública? Todos hacemos función pública, los que trabajamos en el gobierno».
Entonces —¿qué hace de especial o que hace diferente a esa Secretaría?— No se entiende y explicarlo cuesta mucho trabajo. Creo que queda más claro
«Anticorrupción y Buen Gobierno».
—¿Todo este rediseño es propuesta suya y de su equipo?—
«Sí, la trabajamos nosotros, pero también obedece estándares internacionales. O sea, hay referencias en todo el mundo de qué es lo que hacen las Secretarías de Buen Gobierno, como el nuestro. Prácticamente, es algo que empezó en los noventas».