El día de las elecciones en Estados Unidos llegó con los dos candidatos parejos en las encuestas; sin embargo, el apoyo de celebridades y de ciertas comunidades en estados bisagra puede hacer la diferencia.
Fernanda Muñoz y Pablo Abundiz | Reporte Indigo |05 de Nov, 2024. Estados Unidos vivirá hoy una elección presidencial histórica, principalmente por lo representan los candidatos, Kamala Harris y Donald Trump.
Mientras que Trump lidera a los estadounidenses que buscan frenar por completo la migración ilegal e impulsar el uso de las armas de fuego a través de la Segunda Enmienda constitucional, Harris va por otro camino.
Las propuestas de Harris y Trump para la presidencia
La vicepresidenta pretende cuidar los derechos humanos de los migrantes que buscan ingresar a su país, y a la par trabajar en lo que origina la migración y las solicitudes de refugio: economías bajas, violencia, inseguridad, amenazas y golpes climáticos, principalmente en países de Centroamérica.
Con el republicano en la Casa Blanca, aunque se tiene garantizado un respaldo a lo Hecho en América, con lo que las empresas nacionales se ven favorecidas, se ponen en duda temas como la lucha contra el cambio climático, a lo que Trump es poco creyente; los derechos de las mujeres a decidir por sus cuerpos y la protección del resto de las minorías, incluidas las comunidades LGBTI+ y afrodescendientes.
Con Harris como la primera mujer presidenta de la Unión Americana, aunque las minorías tendrían una garantía absoluta de que serán respaldadas por el gobierno federal, garantizar un control de la migración y de una frontera segura quedaría en duda, principalmente por la oposición republicana que calificó como “suave” el manejo de la migración por parte de la administración demócrata.
Las propuestas electorales de ambos candidatos mantienen a los dos líderes a la cabeza de las encuestas y, por ende, sin un rotundo ganador.
De acuerdo con el proyecto Fivethirtyeight, que recopila datos de hasta 20 encuestadoras, aunque Kamala Harris lidera las encuestas con 45.7 por ciento, su contrincante está detrás de ella por solo 3.9 puntos porcentuales.
Pese a que la ventaja de Harris en las encuestas podría beneficiarla en las votaciones, las elecciones de 2016 son un ejemplo de que los números pueden equivocarse. Ese año, aunque la aspirante por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, lideró las encuestas con un 45.7 por ciento, mientras que Trump estaba en segundo lugar con 41.8, el republicano salió victorioso y gobernó por un cuatrienio.
Es por la falta de certidumbre que hay en los resultados de esta noche que tanto los demócratas como los republicanos están siendo respaldados por figuras de la política como del entretenimiento, lo que podría sumarles puntos.
Kamala Harris, de demócrata relegada a la aspirante líder de encuestas
A diferencia del papel que representa hoy Kamala Harris como la vicepresidenta que alcanzó a Donald Trump en las encuestas y puso en duda la victoria republicana en las elecciones, a inicios de este 2024 no aparecía en la lista de las demócratas más populares.
Si bien Harris ayudó al presidente Joe Biden a ganar las elecciones de 2020 por representar a las comunidades migrantes y ser una de las demócratas con mayor influencia en el país tras su experiencia como senadora, su brillo político se apagó una vez que comenzó el gobierno.
El poco protagonismo que Harris reflejaba a inicios de año llevó al Partido Demócrata a descartarla como aspirante a la presidencia y seguir con Biden como el líder y próximo candidato a la reelección; sin embargo, las consecuencias de su avanzada edad lo orillaron a renunciar y dejar a su mano derecha en su lugar.
Una vez dado a conocer el nombre de Harris dentro de la competencia electoral, la vicepresidenta recaudó fondos históricos para su campaña y lideró las encuestas nacionales.
“Al arranque (de su campaña) recibe todo el dinero que había recolectado Biden, y esa entrada de dinero, el más grande del que hay registro, le sumó mucho porque logró organizar eventos, crear propaganda y negociar con sindicatos. Eso le ayudó mucho a impulsarse, además del apoyo de artistas e industrias culturales”, asegura el doctor Juan Carlos Barrón Pastor, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
De acuerdo con el especialista, el apoyo de los Obama, Michelle y Barack, también ha sido fundamental para la campaña de la vicepresidenta por los discursos “sobresalientes que han dejado un impacto” que seguro resultará para la aspirante.
Por otro lado, la creación de una campaña para conseguir el voto de las mujeres también influyó en el impulso de Harris, quien incluso le habló a las esposas de los hombres que votarán por Trump: “Les envió el mensaje de que podían votar por los demócratas y ese voto sería secreto aunque tuvieran que aparentar en su círculo”, menciona el académico.
En las elecciones de 2016, pese a que Trump se llevó la victoria, Hilary Clinton obtuvo los votos de la mayoría de las mujeres, aunque el voto de las mujeres blancas se diferenció por solo dos puntos: la demócrata recolectó 45 por ciento y el republicano 47. Los hispanos también respaldaron a la exprimera dama, al igual que los afrodescendientes; comunidades que Harris pelea por alcanzar.
“Aún está por verse cómo se desarrolla la elección, pero los estados bisagra, las mujeres y los jóvenes serán importantes. Si se logra la campaña de salir a votar, Harris tendrá un gran desempeño”, afirma el doctor.
Migración, cambio climático y guerras, lo que está en juego con las elecciones en Estados Unidos
Las decisiones que tome el futuro habitante de la Casa Blanca no solo afectarán a la población estadounidense, sino del mundo por la relevancia que Estados Unidos tiene para la comunidad internacional.
En el discurso, uno de los temas que más distinguen a Kamala Harris y a Donald Trump son sus posturas respecto a la migración. Mientras republicano llama a la deportación masiva más grande de la historia, amenazando a millones de migrantes que viven en el país, la demócrata corteja a los votantes latinos con un camino a la ciudadanía mientras se refuerza la seguridad fronteriza.
Si bien la migración es uno de los temas más importantes para los estadounidenses, en opinión del internacionalista Alejandro Martínez Serrano, profesor de la Universidad La Salle, las políticas de ambos candidatos son más similares de lo que a primera vista aparentan.
“Tanto demócratas como republicanos han coincidido respecto al tema migratorio. Cualquiera podría decir que es la principal bandera en el caso de Trump, un adepto a la ideología supremacista blanca, pero el Partido Demócrata también busca limitar la entrada de nuevos migrantes, aunque habría que diferenciar la llegada de nuevos migrantes y la estadía de aquellos que residen de forma irregular en Estados Unidos.
“Cuando inició la administración de (Joe) Biden él mencionó que buscaría la regularización de los migrantes y pasaron cuatro años en los que los partidos no negociaron una postura que apoyara a la presidencia”, asegura el académico.
Mientras que la migración es una de las principales preocupaciones de los votantes, el cambio climático es uno de los temas que los estadounidenses menos consideran a la hora de emitir su voto; sin embargo, las diferencias entre una política energética trumpista que dependa de combustibles fósiles en más del 80 por ciento y la transición energética enarbolada por Harris es uno de sus principales puntos de contraste.
“(Detener la transición energética) sería algo muy dañino para el ambiente, no solo tomando en cuenta los compromisos de Estados Unidos con el resto del mundo, sino también entendiendo que las afectaciones no se quedan en el país. Trump ha dicho en esta y en las anteriores campañas que él no cree en el cambio climático y de regresar a la presidencia su país se retiraría de esos compromisos (…) Estoy convencido de que es posible una transición energética, pero deben bajar aún más los costos de vehículos y fuentes alternas de energía. Si no se inicia este fenómeno vamos a tener graves consecuencias, y en ese sentido para el mundo sería mejor una victoria de Harris”, dice Martínez Serrano.
Otro de los puntos que diferencia a Harris de Trump es el papel que Estados Unidos jugaría en el escenario global. Mientras que el republicano aboga por una postura aislacionista en la que su nación se fortalezca internamente, la vicepresidenta apuesta por proyectar la fuerza de su país alrededor del mundo.
“Trump ha señalado que de ser presidente no hubiera apoyado a Ucrania contra Rusia, y por lo tanto la guerra ya hubiera concluido hace mucho tiempo; un gobierno de Harris significaría la permanencia del status quo donde no gana ni uno de los dos bandos (…) En el caso (de la guerra en) Medio Oriente se acercan las posturas demócratas y republicanas, pues ambos partidos son cercanos al gobierno de Israel”, finaliza el especialista.
Celebridades y medios dividen su apoyo entre Harris y Trump
Para Kamala Harris y Donald Trump, el último día de campaña fue dedicado a Pensilvania, el más importante de los estados bisagra, donde si bien ambos aspirantes habían asistido anteriormente, la vicepresidenta tuvo un factor diferenciador: el apoyo de Lady Gaga, Ricky Martin y Oprah Winfrey.
Desde el inicio de su campaña, Harris fue respaldada por muchas celebridades, lo que llegó hasta la última semana con el apoyo de otras figuras como Jennifer López y Bad Bunny, quienes se unieron a la demócrata tras comentarios que desfavorecieron a Puerto Rico en un mitin republicano.
La campaña de Harris recibe el apoyo de las estrellas del cine y la música con más reconocimiento del momento y se ha beneficiado del impacto cultural que estos patrocinios conllevan, ejemplo de ello son los más de 400 mil visitantes que llegaron al sitio vote.gov en las primeras 24 horas después de que Taylor Swift le diera su apoyo por la vicepresidenta.
Si bien el apoyo mediático de una figura artística a un candidato le suma a su campaña, el respaldo económico lo hace aún más. Open Secrets, organización que rastrea el origen del dinero en la política estadounidense, calcula que la industria del entretenimiento ha donado más de 12 millones de dólares a los esfuerzos de la vicepresidenta, mientras que Donald Trump apenas ha recibido 505 mil dólares; incluso menos que Robert F. Kennedy, quien ya no se encuentra en la carrera presidencial.
Aunque las celebridades pueden usar sus plataformas para atraer votantes o dinero a una causa, en Estados Unidos no son los únicos con una plataforma para expandir sus ideas. La prensa estadounidense también es libre de apoyar a un candidato, y en esta ocasión 80 medios como The New Yorker, The New York Times o Scientific American han respaldado a Harris, mientras que solo 10 han dado un espaldarazo al republicano, entre las que destacan The New York Post, propiedad de Rupert Murdoch, de quien también depende Fox News.
Mientras que los medios tradicionales han mostrado su compromiso con los demócratas con donaciones superiores a los 14 millones de dólares, multimillonarios e inversores de riesgo de Silicon Valley respaldan a Trump, entre ellos Elon Musk.
El sudafricano naturalizado estadounidense ha utilizado su influencia en la red social X para apoyar al republicano no solo con su influencia sino también con su dinero. El también dueño de Tesla ha aportado más de 80 millones de dólares para la campaña de opositor, incluso ofreciendo una “loteria” en la que se ofertarían un millón de dólares a ciudadanos registrados en estados bisagra, “una violación a las leyes electorales” de acuerdo con el fiscal de de Philadelphia Larry Krasner.