GENARO ALTAMIRANO| Rioaxaca| 20 marzo, 2023 11:08. La barca del presidente municipal Francisco Martínez Neri hace agua a mitad de la corriente. Y como las ratas que huelen el naufragio y saltan al agua, cuatro directores de área prefirieron buscar salvarse ante la zozobra. La última en huir es la empresaria restaurantera Adriana Cecilia Aguilar Escobar, hija de los dueños del restaurante Catedral y proveedores del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez. Huye impune por no comprobar y desviar recursos, como lo hizo en el Gobierno del Estado. Y mientras el capitán sabe que se tiene que hundir con su nave, los roedores buscan nadar hasta la orilla.
El barco de Martínez Neri se hunde ayudado por las ambiciones de estos grumetes y oficiales que con sus corrupciones pretenden suplantar al capitán elegido por los armadores. Con sus omisiones y corruptelas, lo hicieron navegar entre afilados bancos de rocas y corales que causaron la deriva y el naufragio.
Adriana Aguilar Escobar representa la corrupción heredada del gobierno de Alejandra Murat Hinojosa al ayuntamiento. A través de Ivette Morán de Murat (el sentido de pertenencia ella misma se lo pone), Adriana llegó al gobierno del segundo mandato municipal de Morena en la capital del estado. Después la traicionó al ser cesada como secretaria de cultura. Antes de eso fue funcionaría municipal del priísta José Antonio Hernández Fraguas.
En 2017, siendo coordinadora de las Culturas, Turismo y Economía del Municipio de Oaxaca de Juárez, registró como marca comercial a su nombre el Encuentro de Cocineras Tradicionales. Así realizó el primer encuentro en la Plaza de la Danza el 24 y 25 de abril de ese año, durante la celebración del 485 aniversario de la elevación a rango de ciudad de Oaxaca. Le cobró su participación a 50 cocineras tradicionales de manera abierta e impune.
El 16 de febrero de 2018 solicitó ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) el registro como marca registrada del Encuentro de Cocineras Tradicionales de Oaxaca, de acuerdo al folio 45849, que incluía el logotipo. La apoderada legal es la dueña del restaurante “Las Quince Letras”, Celia Florián, socia y cómplice de Aguilar Escobar.
Desde entonces los gobiernos municipales y el estatal cubrieron el pago de derechos al organizar el encuentro de los años de 2017 al 2020. Por la pandemia se suspendió hasta el 2022, cuando fue el último acto corrupto de esta funcionaría.
En 2018 integró la Asociación de Cocineras Tradicionales de Oaxaca, la cual recibió el apoyo económico del Gobierno del Estado, argumentando que la riqueza culinaria de Oaxaca fue declarada desde el 2010 como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.
En la edición de 2018 participaron más de 80 maestras de la cocina tradicional, provenientes de las ocho regiones del estado, y todas seleccionada por Adriana.
El 18 de septiembre de ese mismo año, anunció la publicación del libro “Oaxaca y sus Cocineras, Tesoro Gastronómico de México”, editado a iniciativa de Hernández Fraguas. Las regalías de mil ejemplares fueron cobraba por ella.
Hasta la página en Facebook del Encuentro de las Cocineras Tradicionales de Oaxaca lo registró comercialmente.
EL MISMO NEGOCIO A COSTILLAS DEL ERARIO
El 22 de octubre de 2018, Alejandro Murat nombró a Aguilar Escobar como titular de la Secretaria de la Cultura del Gobierno del Estado. El 7 y 8 de diciembre ya había organizado el primer Festival de Fomento y Rescate Gastronómico y de las Cocinas Tradicionales, ahora a expensas del Gobierno del Estado.
El Tercer Encuentro de Cocineras Tradicionales, en 2019, también recibió el apoyo de Murat Hinojosa, a través de la estrategia “Septiembre Gastronómico, Oaxaca de mis sabores”.
LICITACIONES AMAÑADAS
En 2019, la entonces secretaria de cultura del gobierno de Alejandro Murat Hinojosa benefició a 12 empresas de su exclusivo club de amigos, cuando en el estado había 251 mil 847 negocios formales registrados.
En ese año, el último en el que Aguilar Escobar estuvo al frente de Seculta, esas empresas simularon competir entre ellas y se repartieron a placer más de 45 millones de pesos.
Fue en la Guelaguetza, donde hizo bailar los millones del gobierno. Cinco de ocho licitaciones millonarias para la fiesta fueron solicitados por la Secretaría de las Culturas.
Como ya había fungido en la organización de eventos del restaurante Catedral, una empresa favorecida por el gobierno de Murat Hinojosa, no podía desaprovechar la ocasión del negocio desde el gobierno.
Sus cómplices fueron el entonces secretario de economía, Juan Pablo Guzmán Cobian, así como el que fuera titular de la Secretaría de Finanzas, Vicente Mendoza Téllez Girón; la Secretaría de Turismo, de Juan Carlos Rivera Castellanos y la misma Secretaría de Administración, de Germán Espinoza Santibañez.
Tres de esas licitaciones fueron declaradas desiertas, con lo que el Gobierno del Estado les pudo asignar a placer y de manera directa los contratos y sin hacerlo público. En estos casos, el portal del gobierno estatal no reveló las empresas favorecidas.
Una de las licitaciones fue la LPE-SA-SC-0020-06/2019 para la “Contratación de servicios para llevar a cabo el evento” “Fortalecimiento de las costumbres y tradiciones del Estado de Oaxaca, en el marco de la celebración de la Guelaguetza 2019”, solicitados por Adriana Aguilar Escobar
Fue tan evidente el amaño de contratos que en uno de los casos, el Gobierno del Estado optó por la propuesta más cara ante la competencia de otra empresa que cobraba casi 800 mil pesos menos. La justificación de su decisión es más que sorprendente: el competidor no presentó el original de su credencial de elector.
Los funcionarios coaligados beneficiaron a la empresa Moce Publicidad S. A de C. V., que de un plumazo obtuvo 9 millones 590 mil pesos por la “contratación de servicios para promover ‘Julio, mes de la Guelaguetza 2019’ y eventos tradicionales considerados como atractivos turísticos del Estado de Oaxaca.
La compañía beneficiada, representada por Monserrat Patricia Cortés Alcázar, fue la única que se presentó a la convocatoria de la licitación LPE-SA-ST 0013-06/2019, el 20 de junio de ese año.
La misma empresa pidió el presupuesto que le fue autorizado por la Secretaría de Finanzas por 9 millones 590 mil pesos.
La siguiente licitación con mayor monto fue la licitación pública estatal LPE-SA-SC-0019-06/2019 por 9 millones 222 mil pesos, concedida a la Promotora de Eventos Mundo del Espectáculo S.A. de C.V, por la “contratación de servicio integral del audio, iluminación, video backline ground support, camerino backstage, planta de luz y domo estructural, solicitado por Aguilar Escobar.
Este beneficio fue otorgado a dicha empresa, que representa Juan Carlos Soto Alzaga, a pesar de que otra empresa hizo una oferta por 8 millones 434 mil 360 pesos, es decir 787 mil 640 pesos menos.
Pero si el monto que pagó de más el gobierno es de escándalo, sorprende más el motivo por el que se descartó a la empresa competidora. De acuerdo al fallo emitido el 4 de julio, se establece que fue “por presentar copia simple de credencial de elector” y por no presentar documentos complementarios.
La siguiente mayor cantidad de dinero entregada por el gobierno del estado por la Guelaguetza 2019 fue la Feria del Mezcal, por la que pagó 7 millones 139 mil 541 pesos con 70 centavos a la empresa SICA, de Aureliano Gildardo Serna Cortés.
En esta licitación LPE-SA-SE-0006-06/2019 dejó en el camino a otras dos empresas apalabradas y que fueron beneficiadas en otros concursos. Se trata de Organizadora de eventos Top Style y Congreso Foros y Ferias Nueva Imagen.
De acuerdo a la clasificación por monto entregado por el Gobierno del Estado, le sigue la “contratación del servicio integral para la presentación de espectáculos en el marco correspondiente al festival cultural fiesta Guelaguetza 2019”. Conforme a lo establecido en la. Licitación. LPE-SA-SC-0018-06/2019, cuatro empresas se repartieron la contratación por lotes:
La empresa Eventos Sociales y Gastronómicos de la Peña Merlo pidió los lotes 4, 6, 7 y 9 a cambio de 2 millones 398 mil 880 pesos.
Diamond Village Banquetes y Organización de Eventos demandó los lotes 1 y 5, por un millón 762 mil 840 pesos.
En tanto el Grupo Gastronómico Empresarial LDN, solicitó el lote 2, por 552 mil 160 pesos.
Y finalmente el Grupo Gastronómico Banquetes y Espectáculos Millenium requirió los lotes 3 y 6 por un monto de un millón 91 mil 560 pesos.
En la entrega de sobres cerrados con las ofertas no hubo ninguna disputa ni se sobrepuso una a otra y en común acuerdo se repartieron un total de 5 millones 810 mil 440 pesos
El Gobierno dio su anuencia y todos contentos con los bolsillos llenos del dinero público.
DISCRIMINACIÓN Y TRAICIÓN
Adriana Aguilar fue cesada como secretaria de cultura el 10 de marzo de 2020, luego de que el director del Instituto Intercultural Calmécac, Nathanael Lorenzo Hernández, la acusó de implementar una política con “trato desigual, discriminación y racista”.
De acuerdo a la revista Proceso, el caso llegó a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), donde Lorenzo Hernández denunció la “situación sistémica que prevalece en el trato de las instituciones, en este caso de la Seculta, hacia las y los creadores oaxaqueños, particularmente a los de comunidades indígenas, cuando por un lado se les permite y alienta para realizar acciones propias de su cultura, pero por otro se les sigue negando realizar otras, como por ejemplo el cobro justo de sus servicios”.
Tras hacer notar la “discriminación y un trato desigual”, el compositor y pedagogo musical añadió: “Observamos que existe una preferencia y un trato desigual hacia quienes nos dedicamos a estas actividades, pareciendo que hay personas y grupos de primer nivel y otros de segundo nivel, lo cual es contrario a la protección de los derechos humanos culturales que una entidad como Oaxaca debe destacar
Ese fue el pretexto, pero su salida fue evidenciada porque durante el encuentro de cocineras tradicionales, ella como “wedding planner” asumía el control total de los insumos a través de su empresa y restaurante El Catedral.
Con ello se demostró que hacía negocios particulares desde la Seculta, y se valía de prestanombres para desviar recursos públicos para su empresa.
A pesar de ello, Adriana Aguilar Escobar se resistía a irse y justificaba su salida por su negativa a firmar contratos millonarios que le enviaban del DIF Estatal. O sea acusaba corrupción de la entonces presidenta honoraria Ivette Morán de Murat, como último recurso. La traición para sobrevivir.
En una protesta, trabajadores de Seculta acusaron que en la nómina de la dependencia, Adriana tenía cobrando una fabulosa suma al francés Jérémy Jean-Edgard Maimbourg, sin acudir a trabajar. El extranjero contaba con autorización definitiva número dos por ser supuesto cónsul de Francia en Oaxaca.
EMBAUCÓ A RESTAURANTEROS
Tras su salida de Seculta, Adriana cometió una de sus acciones corruptas más emblemáticas. En 2020 pidió recaudar fondos para rescatar los árboles del zócalo. Un garlito en el que embaucó a restauranteros de los portales. Para ello utilizó la iniciativa Techo Verde, en la que pretendía recabar un millón 120 mil pesos y con ello se rescatara a los árboles del zócalo y la Alameda de León.
Invadiendo obligaciones de los gobiernos municipal estatal y federal, convenció a la Fundación Alfredo Harp Helú, al empresario Mario Rodríguez Casanovas, dueño del restaurante Terranova, así como al ex presidente municipal, Luis Ugartechea Begué, propietario del Bar Jardín.
En un mensaje de video, realizado el 9 de diciembre de 2020, la empresaria ávida de dinero fácil pidió que los fondos fueran depositados a su cuenta particular de la tienda Oxxo, en lugar de una asociación civil o de la fundación Harp Helú.
Aguilar Escobar nunca rindió cuentas de lo aportado ni se demostró públicamente el supuesto rescate de los árboles del zócalo.
A SAQUEAR EL MUNICIPIO
Adriana Aguilar fue nombrada secretaria de fomento turístico del ayuntamiento capitalino, a partir del primero de enero del 2021, a donde llegó como herencia corrupta de los Murat-Morán, antes de que rompiera con ellos.
En abril de 2022, Adriana Aguilar celebró el Cuarto Encuentro de Cocineras Tradicionales en Oaxaca, en el marco de la celebración del 490 aniversario de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Habían pasado dos años en que el evento se suspendió por la pandemia. Y como siempre, lo armó con su cómplice, la chef Celia Florián, presidenta de la Asociación de Cocineras Tradicionales y propietaria de Las Quince Letras.
En solo tres días, del 23 al 25 de abril, en la Plaza de la Danza derrochó más de dos millones de pesos, que le autorizó el presidente municipal Francisco Martínez Neri. Con un escenario costoso, utilizando vestimentas típicas, usando a artesanos y artesanas, músicos y bailadores regionales, cobró más de 50 standa de cocineras tradicionales del estado.
Ahora amplió su giro comercial y convocó a artistas y artesanos, que en el primer patio del Palacio Municipal mostraron la sección “Arte a la mesa”, para ofrecer utensilios de barro y cerámica, manteles, servilletas; canastos, ropa y decoraciones, entre otros. Mientras, en el segundo patio se colocó el “Agro Mercado Oaxaca”, un espacio dedicado a distintas propuestas agropecuarias, como café, helados, dulces regionales, mezcal, quesillo, chapulines, chicatanas, salsas y chocolates.
A pesar de que el informe oficial de Adriana Aguilar Escobar reportó la participación de más de 86 cocineras tradicionales en 50 stands, 17 conferencias y alrededor de 4 mil asistentes diarios, el
Cuarto Encuentro de Cocineras Tradicionales sólo dejó beneficios económicos a la funcionaria, pues ni siquiera pudo justificar el recurso del Ayuntamiento capitalino.
La participación de sus exclusivos restaurantes hizo que el encuentro fuera clasista y racista. Un grupo de cocineras tradicionales del Centro Histórico acusaron al Municipio de Oaxaca de Juárez por excluirlas y negarles sus permisos en el evento y durante la fiestas de la Guelaguetza.
Respaldadas por integrantes de la Red de Mujeres para una Vida Libre de Violencia (Remuvi), las mujeres señalaron que personal del municipio violentó sus derechos, evitando cobrarles para restringir sus derechos a permisos y las trataron como vendedoras ambulantes con la Policía Municipal.
En su informe de gobierno, Martínez Neri ocultó la cifra del encuentro de cocineras. Sólo dijo que asistieron más de 25 mil asistentes y que la temporada vacacional de Semana Santa dejóuna derrama económica
aproximada de 158 millones de pesos. Ocultó así que Adriana Aguilar quedó debiendo la inversión municipal.
El contralor municipal falta de revisar la justificación de los
13 millones 696 mil 119 pesos que tuvo el año pasado.
Adriana Aguilar renunció el 15 de marzo. Se despidió al día siguiente en sus redes sociales, diciendo que se iba del estado por proyectos personales y porque “todos los ciclos se cumplen y yo he cumplido el mío.”
Y Martínez Neri le agradeció su labor y deseó públicamente sus “mejores deseos de éxito en sus actividades futuras.”
Sin embargo, el contralor inició el procedimiento sancionador, tras el rechazo de facturas con las que Aguilar Escobar pretende cubrir sus desvíos.
Así, la restaurantera se va entre la deshonra, cobardía, egolatría y prepotencia…Prefiere eso a mantenerse al lado del capitán hundido. Antiguamente, el código marino imponía graves penas a quien se sublevase o huyera. Hoy las tornas han cambiado, y quien ha de sufrir el linchamiento es precisamente ese capitán, a cuyas espaldas ya le confiaron debilitado y perdido.
Las ratas abandonan el barco por las brechas abiertas, incluso procurando que las mismas sean cada vez más grandes para que el hundimiento sea más rápido, demostrando con ello que lo único que les interesaba de la travesía era su propio beneficio.
Frente al hundimiento y desde la proa del buque insignia de Morena y a lo lejos, el almirante del gobierno del estado observa con binoculares la tragedia. En esa cubierta se encuentra a buen resguardo el secretario municipal Felipe Canseco Ruiz, suplente de Martínez Neri, listo para el abordaje de la barca para salvarla, si el mando se lo ordena.
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