Carlos Beas Torres, activista y defensor de los territorios, asegura que la obra, la cual aprovechará el trazo del Corredor Transístmico, pone en riesgo la soberanía nacional, toda vez que cuenta con capital estadunidense
PATRICIA BRISEÑO/ CORRESPONSAL | 05:54 hrs.|OAXACA, Oax. Comunidades zapotecas del Istmo de Tehuantepec advirtieron que dos empresas estadunidenses contrataron a una constructora para elaborar el proyecto de construcción de un nuevo gasoducto de Jáltipan, Veracruz, a Salina Cruz, Oaxaca, sin desarrollarse una consulta libre, previa e informada.
Carlos Beas Torres, coordinador general de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), informó que la Sener planea este ducto para gas natural, con el “supuesto propósito” de atender la demanda del Corredor Transístmico, el consumo de la refinería de Pemex Antonio Dovalí Jaime, de Salina Cruz, y proyectos de licuefacción de gas natural en la zona, así como para reforzar la infraestructura actual de transporte de éste en esa región.
Precisó que la compañía constructora Temura se encarga de la elaboración del proyecto y, eventualmente, ejecución de la megaobra.
El activista y defensor de los territorios explicó que el gasoducto considerará las condiciones para la interconexión de parques industriales en el futuro, con una capacidad de 50-70 millones de pies cúbicos diarios.
Agregó que el nuevo gasoducto, por acuerdo del Ejecutivo federal, deberá ser desarrollado por la CFE, que también estará encargada de cuantificar la demanda y así determinar sus características operativas.
El proyecto cuenta con un financiamiento de 800 millones de dólares de las empresas estadunidenses Mirage Energy y Northern Hemisphere Logistics.
“Este nuevo gasoducto pone en riesgo la soberanía nacional, porque la principal fuente de inversión proviene del capital privado de Estados Unidos”, subrayó.
Y, añadió, “en estos tiempos donde este tema ocupa un lugar relevante en la agenda del país, este megaproyecto amenaza claramente la soberanía nacional”.
Finalmente, Beas Torres comentó que la Sener promueve la construcción del nuevo gasoducto “sin mediar una consulta libre, previa e informada en los pueblos indígenas del Istmo de Tehuantepec, como disponen la Constitución Política federal, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otros instrumentos internacionales ni contar con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA)”.