El 59% tiene o ha tenido al menos un producto, esto es 18 puntos porcentuales menos que el promedio nacional.
Edgar Juárez |Foto: Cuartoscuro| El Economista| 12 de mayo de 2022, 22:00. La población hablante de alguna lengua indígena es la que muestra menores grados de inclusión financiera en el país, toda vez que menos de 60% tiene o ha tenido al menos un producto de este tipo. Esta cifra es inferior en 18 puntos porcentuales al promedio nacional.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, dada a conocer el miércoles, detalla que la población hablante de lengua indígena, cuenta en menor proporción con productos de captación, crédito formal y seguros, que la población no hablante.
No obstante, aclara que esta baja inclusión no es completamente atribuible a dificultades de comunicación, considerando que la población incluida en la encuesta es hablante del español.
De acuerdo con el documento, alrededor de 6% de la población adulta en el país reporta ser hablante de alguna lengua indígena, y habita primordialmente en localidades rurales (76 por ciento).
Más de la mitad se concentra en la región sur del país, y en su mayoría tiene educación primaria (56% del total), lo que sugiere que, además de presentar un rezago educativo, también muestra menores niveles de ingreso.
Falta de accesos a canales físicos y digitales
En la encuesta se detalla que del total de la población hablante de lengua indígena en el país, 49% tiene una cuenta; apenas 26% posee un crédito formal y sólo 13% cuenta con algún tipo de seguro.
Precisa que factores como la falta de accesos a canales, tanto físicos como digitales, que son más prevalecientes tanto en localidades rurales como en a región sur del país, podrían estar jugando un papel importante en esta situación.
Como ejemplo, menciona que el traslado hacia una sucursal es de 44 minutos para las personas hablantes de lengua indígena, esto es, el doble del tiempo de traslado promedio.
Aunado a ello, la encuesta puntualiza que sólo tres de cada 10 hablantes de lengua indígena cuentan con Internet, cuando a nivel nacional es 69% de la población.
Menos de 40% tiene un teléfono inteligente, contra 73% en el país. “Situaciones que dificultan su acceso al sistema financiero a través de medios digitales”.
Poca confianza en las instituciones
El documento elaborado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), agrega que otro factor que podría estar afectando la inclusión financiera de este segmento de la población es su nivel de confianza en las instituciones.
La población hablante de alguna lengua indígena reporta menos confianza en que las instituciones financieras protegerían sus datos personales, resolverían sus quejas y reclamos, o que su dinero estaría seguro con ellas, en relación con las poblaciones no hablantes”, expone.
Asimismo, sólo 15% de la población sabe que sus ahorros en instituciones financieras están protegidos por el seguro de depósito (contra 33% nacional), y 62% desconoce los canales adecuados para levantar un reclamo en caso de un problema con un producto o servicio financiero (39% nacional), lo que podría estar abonando a una menor disposición a participar en el sistema.
La lengua indígena más hablada fue el náhuatl con alrededor de 1.6 millones de hablantes, seguida por el maya con aproximadamente 774,000 hablantes.
eduardo.juarez@eleconomista.mx