11/14/2021 |Ana Lilia Pacheco| Noticias. Alicia Bueno Velasco, directora de la Coordinación Ejecutiva del Centro Histórico, informó que se está planteando el sancionar a personas que pinten o grafiteen las paredes de los edificios del Centro Histórico.
Señaló que las pintas dañan la cantera de los edificios, además de que cada vez se han vuelto más recurrente el realizar estas pintas en el Centro Histórico, por lo que es necesario sancionar a las personas.
“Es un tema que debe ser de mucha importancia porque es un trabajo difícil el que se está realizando”, aseguró.
La directora afirmó que se está pensando que estas sanciones se aprueben antes de que termine la administración, pues son acciones que continuarán ocurriendo, por lo que propone que se castigue a las personas que se encuentren en el momento en el que están dañando el patrimonio.
Compartió que están en diálogo con la Alcaldía Municipal para establecer cuáles serían las sanciones que podrían ser la compra de materiales o hacer trabajo comunitario, ya que el presupuesto y falta de mano de obra son algunos obstáculos que tienen.
Detalló que el personal de la Coordinación Ejecutiva del Centro Histórico recibió capacitación por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y son los que se encargan de limpiar las pintas, que les puede costar hasta dos días hasta dejar la cantera sin pintura.
Relató que recientemente hicieron la limpieza de unas pintas en el templo de Santo Domingo de Guzmán donde tuvieron la supervisión del INAH y les costó dos días en dejarla en su imagen original.
Aunque no dio un monto de cuánto cuesta limpiar la cantera de los inmuebles de la capital oaxaqueña, explicó que se utilizan hidrolavadoras, cepillos y algunos líquidos que ellos mismos crean para no dañar las paredes.
Bueno Velasco expuso que el kiosko ubicado en el Zócalo capitalino necesita limpiarse cada tres días, debido a los manifestantes y visitantes que llegan a este lugar quienes lo dañan constantemente.
Abundó que los más difíciles de limpiar son los que son catalogados y tienen muchos años de haberse creado, además de que necesitan el permiso del INAH para intervenirlos y muchas veces es difícil.
