Generosas transferencias que sigue otorgando el gobierno de Estados Unidos a las familias, así como un dólar competitivo y la profunda contracción de la actividad económica y el empleo que están experimentando los hogares en México, están alimentando los sólidos envíos: Goldman Sachs.
Yolanda Morales|El Economista |01 de noviembre de 2021, 09:49. Durante los primeros nueve meses del año ingresaron a México 37,334 millones de dólares en remesas revela información del Banco de México. Una cifra sin precedentes para un periodo similar.
Para ponderar el tamaño de estos envíos, basta recordar que a estas alturas del año pasado, los 1.8 millones de hogares receptores en México habían captado 29,965 millones de dólares. Es decir, los trabajadores mexicanos desplazados a Estados Unidos principalmente incrementaron en 24.6% los recursos que envían a sus familias en México respecto de los de por sí altos flujos que mandaron el año pasado.
De acuerdo con Alberto Ramos, economista para América Latina en Goldman Sachs, “las generosas transferencias que sigue otorgando el gobierno de Estados Unidos a las familias, así como un dólar competitivo y la profunda contracción de la actividad económica y el empleo que están experimentando los hogares en México, están alimentando los sólidos envíos”.
El estratega advierte que estos mismos factores podrían desacelerar el flujo de remesas los próximos meses al moderarse el apoyo fiscal de Estados Unidos y la competitividad del dólar.
Al hacer un acercamiento a la información divulgada por Banco de México, se puede observar que los ingresos por remesas que llegaron a las familias mexicanas en Septiembre, sumaron 4,296 millones de dólares, con lo que se hila un séptimo mes consecutivo de entradas superiores a los 4,000 millones de dólares.