Según la Comisión Europea, el litio será estratégico para las industrias de gran consumo de energía, la aeroespacial y de defensa y la electrónica y tendrá un uso fundamental para los escenarios de neutralidad climática que incidirán en los proyectos de movilidad y automoción, energías renovables, salud y economía digital
Rogelio Muñiz Toledo|AN|30 Oct, 2021 10:19. “Existen crecientes esfuerzos e interés de muchos países de mapear y asegurar el monto de las reservas de litio, como resultado del papel
estratégico que este mineral está tomando en la generación de baterías” CEPAL *
El debate sobre el carácter estratégico del litio es pertinente y muy necesario porque en las próximas semanas se discutirá y votará en el Congreso de la Unión -y de aprobarse ahí, también en las legislaturas de las entidades federativas- la propuesta de incorporar al litio y demás minerales esenciales para la transición energética como una de las áreas estratégicas de la economía nacional establecidas en el artículo 28 de la Constitución.
De conformidad con el artículo 27 constitucional, el dominio directo, inalienable e imprescriptible del litio y de los demás minerales esenciales para la transición energética corresponde a la nación. De aprobarse la reforma propuesta, su explotación, uso y aprovechamiento quedarían a cargo exclusivamente del sector público, como lo establecen los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, por lo que no se podrían otorgar concesiones a los particulares, tal y como sucede actualmente con el petróleo, los demás hidrocarburos y los minerales radioactivos. Las industrias requeridas para la transición energética quedarían como área prioritaria para el desarrollo nacional, por lo que en esas actividades sí sería posible la participación de particulares en la cadena de valor del litio.
Es necesario que la decisión que se tome en el Congreso de la Unión y en las legislaturas de las entidades federativas se base en un debate apoyado en la evidencia científica, en razones sustentadas en argumentos técnicos y en el reconocimiento del carácter estratégico de este recurso natural a nivel global y para el país. Además, los criterios económicos que sustenten la decisión debieran considerar la conveniencia de estimular la extracción del mineral y la producción de litio susceptible de integrarse en cadenas de valor, para atraer inversión y contribuir al desarrollo nacional en los términos que establece el artículo 25 constitucional.
A juzgar por las conclusiones de diversos estudios sobre la importancia del litio para la fabricación de componentes esenciales para la transición energética, y si atendemos a la prospectiva sobre la creciente demanda de este metal, sin lugar a dudas se trata de una materia prima estratégica para el funcionamiento de una economía verde y digital a nivel global y, en consecuencia, también para la economía y el desarrollo de los países que posean importantes reservas del mineral.
A finales de 2020 la Comisión Europea, que preside la destacada política y médica alemana Ursula von der Leyen, comunicó a las instituciones de la Unión Europea la lista de las materias primas fundamentales para la región a partir de ese año. (1) Por primera ocasión se incorporó en ese listado -que desde 2020 contiene treinta materiales- al litio. (2)
Según la comunicación de la Comisión Europea, en 2020 el suministro de litio a la Unión Europea dependía completamente de las importaciones del mineral, fundamentalmente de Chile que le provee el 78% de sus requerimientos para la producción de baterías, vidrio y cerámica y para su uso en la metalurgia del aluminio y el acero. Aunque los principales productores del metal en el mundo son Australia, Chile, China y Argentina; el 90% de litio que importa la Unión Europea proviene de Chile (78%), Estados Unidos (8%) y Rusia (4%).
La Comisión Europea incluyó al litio como materia prima fundamental para la Unión Europea porque considera que el acceso a ese recurso natural es una cuestión de seguridad estratégica para sacar adelante el Pacto Verde y para la nueva estrategia industrial de la región -que incluye la transición hacia una economía verde y digital- y porque la transición hacia la neutralidad climática en 2050 requerirá de materias primas respecto de las cuales “la competencia mundial es cada vez más feroz”.
Según la Comisión Europea, el litio será estratégico para las industrias de gran consumo de energía, la aeroespacial y de defensa y la electrónica y tendrá un uso fundamental para los escenarios de neutralidad climática que incidirán en los proyectos de movilidad y automoción, energías renovables, salud y economía digital. Debido a su uso en la fabricación de las baterías de los vehículos eléctricos, y en el almacenamiento de energía en general, en el apartado prospectivo del comunicado se estima que en 2030 la Unión Europea necesitaría hasta 18 veces más litio y en 2050 una cantidad casi 60 veces mayor del metal.
En el rubro de las baterías para los autos eléctricos la prospectiva sobre la creciente demanda de litio parece tener fundamentos sólidos. Según un informe de la Comisión Europea, (3) en 2018 había más de 4 millones de vehículos eléctricos en circulación en el mundo y podría llegarse a cifras de entre 50 y 200 millones para 2028 y de alrededor de 900 millones en 2040. Como consecuencia, la venta de celdas de baterías de ion-litio, que en 2018 era del orden de los 77 Gigavatios-hora (GWh) -77 mil millones de vatios-hora-, podría ser de entre 250 y 1100 GWh para 2028 y de entre 600 y 4000 GWh para 2040. Solo la demanda europea sería de 400 GWh para 2028.
En un estudio de 2017 del Banco Mundial, (4) se señala que el aumento de la demanda de metales relevantes -como el litio- para producir baterías de almacenamiento eléctrico podría ser superior al 1,000 % de aquí a 2050, en el supuesto de un calentamiento global de 2° C.
También la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se ha interesado en el papel estratégico del litio. En las conclusiones de un seminario que organizó en 2018, (5) en el que se analizaron las problemáticas de acceso a las materias primaras, se abordó el tema de litio y del papel estratégico que este mineral está tomando en la generación de baterías.
Las conclusiones del seminario de la CEPAL son muy pertinentes para evaluar el carácter estratégico del litio para los países de la región. La más relevante de ellas se puede resumir en los términos siguientes: dado que en el caso del litio ya se comienzan a observar mercados deficitarios a nivel mundial, los países de la región con reservas del mineral tiene una oportunidad para responder a la demanda internacional y “aprovechar, gestionar e invertir los ingresos provenientes de la minería con miras a lograr un mayor crecimiento económico futuro, más inclusivo y amigable en términos ambientales”. Aunque en la publicación de la CEPAL se hace referencia sobre todo a los países andinos, debido a la grandes reservas probadas de litio en la zona, me parece que la conclusión es válida para cualquier país de la región con importantes reservas, probadas o probables, del mineral.
Para lograr el objetivo planteado en el párrafo anterior, en el seminario se concluyó que sería necesario implementar políticas que estimulen una mayor producción de litio, adicional a la de Australia, Argentina, Chile y Bolivia, que se encuentran entre los principales productores y potenciales exportadores del mineral. Además, a partir del análisis del caso de Chile -tercer país con las mayores reservas probadas y segundo productor a nivel mundial-, se señalaron como desafíos: la ausencia de un marco legal, institucional y ambiental para la explotación del litio y el papel del incremento de la demanda de litio en la gobernanza de los países productores. La conclusión fue que es “necesario fortalecer la institucionalidad para captar rentas y generar valor del recurso así como de los encadenamientos productivos”.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, en 2020 México ocupaba el noveno lugar en el mundo en reservas de litio, con 1.7 millones de toneladas del total de las alrededor de 86 millones de toneladas métricas de reservas en el planeta. Según el sitito de internet Mining Techonology, (6) se estima que en una de las minas de Sonora las reservas probadas y probables podrían alcanzar las 243.8 millones de toneladas, que contendrían 4.5 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente, con lo que sería uno de los yacimientos más grandes del mundo.
De acuerdo con las estimaciones de organismos nacionales e internacionales, es un hecho que México se encuentra entre los diez primeros lugares en el mundo en materia de reservas de litio. Considerando estos datos y dado que aún falta mucho por realizar en materia de exploración de yacimientos de este mineral, creo que la determinación del carácter estratégico del metal no debe basarse exclusivamente en la cantidad de reservas probadas o probables del país en este momento, sino en su importancia para la transición energética global y en la prospectiva de la creciente demanda de litio a nivel mundial, en las próximas décadas.
Como lo demuestran los estudios de organismos e instituciones nacionales y regionales en el mundo, el acceso a ese recurso natural es una cuestión de seguridad estratégica. Por eso, me parece que sería un grave error rechazar la reforma constitucional que propone incorporar al litio y a los demás minerales esenciales para la transición energética como parte de las áreas estratégicas de la economía nacional.
Para que México pueda tener condiciones de institucionalidad, gobernanza y sostenibilidad en la explotación de este recurso natural, es necesario aprobar la reforma constitucional que incorporaría al litio y a los demás minerales esenciales para la transición energética a las áreas estratégicas del desarrollo nacional. Solo si se aprueba la reforma constitucional será posible que, como Nación, podamos aprovechar, gestionar e invertir los ingresos provenientes de su explotación para el desarrollo nacional, como lo propone la CEPAL.
No debiera descartarse que la reforma constitucional incluyera la posibilidad de que -como sucede actualmente con el petróleo y los demás hidrocarburos- para obtener ingresos públicos que contribuyan al desarrollo nacional, en las actividades de exploración y extracción del litio y de los demás minerales esenciales para la transición energética, y en su cadena de valor, la Nación a través de la o las empresas estatales correspondientes, pueda realizar contratos con particulares; sin que dichos actos jurídicos impliquen el otorgamiento de concesiones y sin comprometer el dominio directo de dichos minerales propiedad de la Nación.
* Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(1) “Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones”. Resiliencia de las materias primas fundamentales: trazando el camino hacia un mayor grado de seguridad y sostenibilidad. Comunicación COM(2020) 474 final. Bruselas, 3.9.2020.
(2) Esta lista se revisa cada tres años a partir de la evaluación del pasado reciente y de la evolución de la criticidad de las materias primas, así como de su importancia económica y del riesgo para su suministro, incluida la posibilidad de su sustitución. Sin pronosticar tendencia futuras, con la lista se presenta un estudio prospectivo sobre la cadena de valor de las materias primas, su extracción y/o transformación.
(3) “Informe de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo, al Comité de las Regiones y al Banco Europeo de Inversiones” sobre la ejecución del Plan de acción estratégico para las baterías: creación de una cadena de valor estratégica para las baterías en Europa. COM(2019) 176 final. Bruselas, 9.4.2019.
(4) The Growing Role of Minerals and Metals for a Low Carbon Future. International Bank for Reconstruction and Development/The World Bank. 2017.
(5) “Minería para un futuro bajo en carbono: oportunidades y desafíos para el desarrollo sostenible”, serie Seminarios y Conferencias, No 90 (LC/TS.2019/19), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2019.
(6) www.mining-techonology.com.
