Por Francisco Ramirez| Tiempo Digital |octubre 4, 2021 2:00 pm. Comenzó la cuenta regresiva para la administración de Oswaldo García Jarquín en el municipio de Oaxaca de Juárez. Con fecha 1 de Octubre debió darse inicio con el proceso de entrega recepción y los capitalinos reprueban el trabajo hecho por el representante del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); la decepción llegó a tal grado que no sólo piden auditar el manejo de los recursos municipales, sino que califican a Oaxaca capital, como una urbe sumida en la destrucción.
El 30 de mayo de 2018, ante miles de capitalinos, el entonces aspirante a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín, inició su campaña política y se comprometió a encabezar un gobierno alejado de la ilegalidad, la injusticia y la corrupción.
Arropado por los partidos Morena, del Trabajo y Encuentro Social, bajo la coalición “Juntos haremos historia”, García Jarquín se comprometió a hacer de Oaxaca de Juárez una mejor ciudad para todos.
Señaló en ese momento que en la administración pública municipal se observan fallas y deficiencias. Además, consideró que el presupuesto era poco, “se malgasta lo poco que se tiene, la deuda contraída es alta y los problemas siguen sin solución efectiva” reseñó el entonces candidato de “Juntos haremos historia”.
Una promesa para cumplir fue el hacer un buen gobierno, el cual, a dos años y nueve meses, simplemente quedó en discurso y defraudó la confianza ciudadana, la cual, pese al mal gobierno que encabezó Oswaldo García Jarquín, le dio su voto de confianza a otro “morenista”, Francisco Martínez Neri, quien heredará un colapsado gobierno municipal.
PANDEMIA CÓMPLICE
El activista Nazario García Ramírez, así como el urbanista Lázaro García Saavedra, coinciden que la actual administración morenista, encabezada por Oswaldo García Jarquín, reprobó y sin duda la pandemia de los dos últimos años ha servido para encubrir no sólo los olvidos del gobierno municipal, sino del estatal y el federal.
Ambos ciudadanos de la capital del estado, reconocen que esta situación no sólo está reflejada en la prestación de los servicios, también están en los atentados cometidos contra el medio ambiente y en la falta de obra pública, como es la falta de pavimentación en las calles.
“De los olvidos del municipio lo hemos hecho evidentes, sobre todo en cuanto al medio ambiente se refiere. Pero sí, la pandemia oculta muchas cosas no sólo para el municipio, también para el gobierno estatal y federal. Por lo pronto la ciudad es un caos”, refirió García Ramírez.
Los integrantes del Frente Indígena de Pueblos Olvidados de Oaxaca (FIPOO), ha bloqueado en diversas ocasiones los diversos cruceros de la ciudad de Oaxaca de Juárez, para exigir al presidente municipal, Oswaldo García Jarquín cumpla con acuerdos pactados con colonias populares.
Por otro lado, el presidente de la asociación civil Colmillo Blanco, Carlos Alberto Morales, señaló en julio pasado que es la autoridad municipal, que preside Oswaldo García Jarquín, la que debe conformar un programa, principalmente educativo, para que las familias cuiden y protejan a sus mascotas.
HUNDIDOS EN UN BACHE
Oswaldo García desperdicio estos tres años y acabó de sumir al municipio de Oaxaca de Juárez en ese terrible bache en el cual está convertida la ciudad.
Las acciones más importantes se pueden resumir en dos, dijo, el arquitecto y líder de opinión pública, Lázaro García Saavedra, y uno de ellos en su consideración es el deterioro que vive el Centro Histórico, pero, sobre todo, las obras que se realizan al margen de la Ley ante los abusos que se cometen de la mano del poder.“Es terrible el deterioro en el cual se deja al Centro Histórico, no solo por el incremento y mal manejo del problema del ambulantaje, sino porque hay muchas obras que se están haciendo y que la dependencia correspondiente (Dirección del Centro Histórico) no ha encontrado un mecanismo para impedir que estas obras se sigan haciendo al margen de la ley”.
Francisco Martínez Neri “debe de aplicar las auditorías y no amafiarse con la administración que se va”.
PAGARÁN LOS CIUDADANOS
Pero de toda esta problemática, “No es Oswaldo quien va a pagar las consecuencias”, dice García Saavedra, serán “los ciudadanos”, quienes se quedarán con una ciudad hecha pedazos.
“Es lamentable en todos los sentidos, sobre todo con una problemática social verdaderamente importante, porque si volteamos la mirada a la periferia, toda la cuestión de inseguridad lejos de disminuir creció”.
Lamentó la situación que hoy se vive en la ciudad de Oaxaca y sólo espera que la próxima administración tenga plenamente conciencia de las condiciones en las cuales va a recibir el municipio y no vuelva a cometer los mismos errores, como tampoco permita ni sea cómplice de los malos manejos que se hicieron durante el gobierno de Oswaldo García Jarquín.
