Empleo registra la primera caída en siete meses; servicios, el motor activo

En agosto se observó el primer retroceso en la ocupación en el país desde el reportado en enero pasado por el Inegi, con lo cual los niveles de empleo vuelven a estar por debajo de lo observado antes de la pandemia.

Gerardo Hernández| Foto: Cuartoscuro | El Economista|28 de septiembre de 2021, 13:42. Después de hilar siete meses con incrementos, la población ocupada disminuyó en 740,707 personas en agosto, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Este tropiezo en la recuperación del empleo fue amortiguado por las actividades de servicios, que compensaron fuertes contracciones en los sectores de agricultura e industria.

A la par de la caída en el empleo, la población desocupada también registró una ligera reducción. La tasa de desocupación pasó de 4.38 a 4.33% entre julio y agosto de este año, ambos retrocesos generaron una disminución de 808,638 personas en la población Económicamente Activa (PEA).

Aunque la disminución de la desocupación puede parecer una cifra positiva, esta contracción se explica porque las personas que salieron de la fuerza laboral se sumaron a la inactividad. La Población No Económicamente Activa (PNEA) que engloba a las personas desempleadas que no están en una búsqueda activa de empleo, aumentó en 314,095 personas en el octavo mes del año, todo el incremento se concentró en el renglón de “no disponibles”, quienes no aceptarían un trabajo si se los ofrecieran.

“Esta disminución en la tasa de desempleo no necesariamente implica una mejora en la situación laboral del país, pues se debe en mayor medida a una salida de personas de la fuerza laboral”, expuso Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.

En ese sentido, el desempleo ampliado, que contempla a los desocupados y a las personas disponibles de la Población No Económicamente Activa (PNEA), incrementó de 15.19 a 15.25% en el mes reportado.

“En febrero del año pasado el desempleo expandido alcanzó 12.2%, sugiriendo que aún existe espacio para ganancias adicionales, derivado en buena medida de la necesidad de compensar también el crecimiento poblacional”, apuntó Juan Carlos Alderete, director de Análisis Económico de Banorte.

A diferencia de julio, cuando la informalidad acaparó prácticamente toda la recuperación del empleo, en el mes pasado las pérdidas se dividieron. La ocupación en la formalidad se redujo en 308,300 personas y la informalidad perdió 432,407 puestos de trabajo.

La contracción en el empleo estuvo ligada a una caída en las actividades de la agricultura y de las ramas industriales, donde se presentaron pérdidas de 508,393 y 489,564 puestos de trabajo, respectivamente. La manufactura concentró el 80% de la caída en el sector secundario.

Sin embargo, por primera vez en el año, los servicios fueron los únicos que presentaron ganancias. En el transcurso de agosto el sector terciario fue el único motor económico activo, estas actividades sumaron a 257,041 ocupados, una cifra que ayudó a amortiguar las caídas observadas en el resto de las actividades económicas.

Al interior del sector terciario no todo fue positivo. Aunque en términos generales tuvo un incremento, las actividades en restaurantes y servicios diversos tuvieron un descenso marcado en su nivel de empleo, la población ocupada disminuyó en 46,952 y 345,446 personas, respectivamente.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario