• Participó en el «Diálogo entre rectores» con el presidente de la Universidad de California, Estados Unidos, Michael V. Drake. • Fue organizado por The Aspen Institute México, cuyo director General Ejecutivo es el embajador Enrique Berruga Filloy. • La colaboración interinstitucional es fundamental para enfrentar los desafíos actuales y futuros, coincidieron. • En la última década, ambas instituciones realizaron más de dos mil 200 publicaciones conjuntas y la movilidad de cerca de dos centenares de académicos.
UNAM-DGCS-530| Ciudad Universitaria.|17:50 hs. 22 de junio de 2021. Las universidades deben salvaguardar la memoria histórica y estimular la voluntad y la creatividad de las nuevas generaciones para construir un mundo mejor, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, en el diálogo a distancia que sostuvo con el presidente de la Universidad de California, Estados Unidos, Michael V. Drake, organizado por The Aspen Institute México, cuyo director General Ejecutivo es el embajador Enrique Berruga Filloy, moderador del encuentro.
“Desde sus orígenes las universidades deben servir al bien común, a sus comunidades, para la transmisión y la generación de conocimiento. Este objetivo sigue siendo actual y hoy más que nunca, la educación superior tiene el compromiso de garantizar el futuro de estas generaciones, en este escenario al que nos enfrentamos; debemos mejorar la educación y educar con nuevos enfoques”, aseveró.
En tanto, el presidente Drake señaló que el mundo está cambiando y ha mostrado la vulnerabilidad que como comunidad mundial tenemos. Por ello, debemos asegurarnos de trabajar en conjunto para enfrentar el futuro. En el caso de la educación, el mayor cambio ha sido pasar del aprendizaje presencial a uno a distancia, y aunque se regresará a clases presenciales, el futuro será diferente.
En ese sentido expuso que los esquemas híbridos y las clases virtuales abren posibilidades de contar con mayores colaboraciones. “Tenemos oportunidades para colaborar con la UNAM y van a aumentar”, dijo el presidente en el diálogo moderado por el embajador y director General Ejecutivo del Aspen Institute México, Enrique Berruga Filloy.
Los titulares de ambas casas de estudio destacaron el trabajo conjunto realizado desde hace más de un siglo, pues la Universidad de California fue la “madrina” de la Universidad Nacional de México, al refundarse en 1910.
Además, tienen siete convenios de colaboración vigentes, promovieron la movilidad de aproximadamente dos centenares de académicos y realizaron más de dos mil 200 publicaciones, en la última década.
Drake destacó que la pandemia mostró que es más fácil colaborar en diferentes áreas, compartir el conocimiento y hacerlo de manera constante.
Graue Wiechers coincidió en que se aprende que la investigación puede realizarse a distancia, trabajar de manera colaborativa en diferentes campos y entre distintas universidades, buscando el bien colectivo.
Las universidades, agregó el rector de la UNAM, tienen la tarea de comunicar y diseminar el conocimiento científico para entender las dimensiones globales de los desafíos que enfrentamos, como el cambio climático, que requiere soluciones urgentes, a partir de crear sinergias con centros de investigación, gobiernos, sociedad civil y el sector climático.
Por su parte, el titular de la Universidad de California recalcó necesario llevar a la política el conocimiento que se crea en las casas de estudio.
En el diálogo, el rector Graue subrayó que 70 por ciento de los estudiantes de la UNAM pertenece a clases sociales con problemas económicos y son los primeros en cursar la educación superior en su familia. Asimismo, manifestó que se debe incrementar el presupuesto a las universidades públicas para ampliar las oportunidades de estudio a más jóvenes.
El presidente Drake añadió que 60 por ciento de sus alumnos son también la primera generación en acceder a la universidad, clasificada entre las mejores de Estados Unidos.
Graue Wiechers puntualizó que el mundo se transforma y también el mercado de trabajo para los profesionistas, por lo que los universitarios deben dominar su campo de conocimiento pero, principalmente, tener capacidad de adaptarse a los cambios. “El punto principal es enseñar a nuestros estudiantes a ser tan flexibles como sea posible, porque realmente no podemos saber qué va a pasar en el futuro. Lo principal es adaptarse a las nuevas realidades, a los mercados cambiantes”.
El presidente de la Universidad de California coincidió en que lo fundamental es la flexibilidad y tener una formación que haga posible adaptarse a las modificaciones aceleradas, dramáticas. “También debemos tener esperanzas para el futuro”, concluyó.