Paula señala que la tuvieron resguardada en una oficina durante 20 minutos, y fue hasta que llegaron sus familiares y la trasladaron a una clínica particular, el diagnóstico: un preinfarto que le costó su despido. Por lo que ahora exige una indemnización justa.
Redacción AN / AG/ 10 de mayo 2021 6:21 pm/Por Diana Manzo/ Juchitán, Oax.- Paula de la Cruz Valdivieso de 39 años de edad sufrió un desmayo el pasado 7 de abril dentro de las instalaciones de la tienda Coppel en Juchitán, lugar donde trabajó por tres años y ocho meses como cajera principal de Bancoppel.
No recibió atención médica.
La tuvieron resguardada en una oficina durante 20 minutos, y fue hasta que llegaron sus familiares y la trasladaron a una clínica particular, el diagnóstico: un preinfarto que le costó su despido. Por lo que ahora exige una indemnización justa.
Este 10 de mayo, Paula no celebrará nada, ella y sus familiares protestaron frente a las instalaciones de la tienda, ya que la empresa desea pagarle solo 39 mil pesos.
Paula explica que su salida de Coppel fue por el preinfarto que sufrió y no por una situación de fallas a su trabajo, lo que considera violatorio a sus derechos humanos y laborales.
Por obvias razones ya no quiere volver a saber más de la empresa, pero como trabajadora le corresponde una liquidación justa, pues a ella “la corrieron”.
Paula, madre de un menor de 10 años, lamentó que su jefe directo, el gerente de Bancoppel, Edwin López Sierra, se haya prestado a estas anomalías y abusos de la empresa, pues el 24 de abril le llamó para avisarle que pasaría a firmar su renuncia voluntaria, que por supuesto, no lo hizo.
“Es decepcionante saber que una empresa que nos dice “pónganse la camisa” poco le importa la salud de sus trabajadores, no hubo ese apoyo, no me trasladaron a la clínica, imagínense si mi familia no llega, seguramente me muero, no es cualquier cosa, vivir un infarto”.
La mujer informó que los gastos médicos ascendieron a 15 mil pesos, porque acudió a una clínica privada y con un especialista, un cardiólogo.
También denunció que a raíz de esta exigencia, ella y sus familiares han sufrido intimidaciones de la empresa.
Desafortunadamente, agregó, hasta que una vive anomalías y violaciones a sus derechos laborales es cuando conoce verdaderamente el rostro de la empresa, que de “mejora tu vida” como dice su lema “no tiene nada”.
“Estoy muy decepcionada de Coppel y ojalá se evidencien otras irregularidades, por ejemplo, no hay capacitación para los brigadistas, hay violación constante de los derechos laborales”.
La mujer y sus familiares continuarán en protesta en las instalaciones de Coppel y no se retirarán hasta obtener una indemnización justa.
