El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó en abril un avance mensual de 0.33%, mientras que a tasa anual se ubicó en 6.08%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Belén Saldívar| Foto EE: Archivo| El Economista| |07 de mayo de 2021, 06:40. La inflación a los consumidores registró en abril un repunte significativo, el cual era esperado por analistas ante la recuperación de los precios internacionales del petróleo, así como por un efecto de la base de comparación.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó en abril un avance mensual de 0.33%, mientras que a tasa anual se ubicó en 6.08%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Lo anterior es un repunte considerable ya que en marzo los precios al consumidor presentaron un incremento anual de 4.67 por ciento.
El aumento era esperado por el mercado y quedó ligeramente por arriba de las proyecciones. De acuerdo con un sondeo de Reuters, los analistas esperaban una inflación de 6.01 por ciento.
Asimismo, es el mayor nivel que registra la inflación desde finales del 2017, cuando la inflación se ubicó en 6.77 por ciento.
En aquel año, la inflación rebasó en diversas ocasiones el techo de 6.0% ante la depreciación del peso frente al dólar, los aumentos en el precio de las frutas y verduras, así como por la liberalización de los precios de las gasolinas, en donde el gobierno dejó de determinar el precio de los combustibles.
Con el dato de abril, la inflación quedó por arriba del objetivo de Banco de México (Banxico) de 3% +/- 1 punto porcentual, lo cual dejará poco margen a la institución para realizar más recortes en su tasa de referencia.
Efecto base y energéticos
El avance de la inflación tuvo que ver con un efecto base de comparación ya que el año pasado, ante la pandemia del Covid-19 y el confinamiento, la inflación presentó niveles muy bajos.
En abril del 2020, la inflación se ubicó en 2.15% anual ante el cierre temporal de algunos negocios, lo que afectó el consumo, así como por la caída en los precios internacionales del petróleo.
Lo anterior es algo que este año, ante el proceso de desconfinamiento y la campaña de vacunación, se ha empezado a revertir.
En este sentido, el rubro no subyacente presentó su mayor aumento desde finales del 2017, con una inflación de 12.34 por ciento.
Esto se debió al repunte en los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, donde los primeros repuntado 28.02% y las segundas incrementaron en 2.21 por ciento. Con esto, se tuvo una inflación de 19.30% en este rubro
En el caso de los agropecuarios, estos aumentaron su precio en 4.08% en comparación anual. Aquí, las frutas y verduras disminuyeron el precio en 0.83% en contraste con el incremento de 8.20% de los pecuarios.
Mercancías también presionan
La inflación no subyacente, que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles, tuvo una inflación de 4.13% en el mes de abril.
Esto se explicó principalmente por presiones en el lado de las mercancías, las cuales tuvieron un incremento anual de 5.59 por ciento.
Al interior de estas, los alimentos, bebidas y tabaco aumentaron 5.88%, mientras que las mercancías no alimenticias 5.28 por ciento.
Los servicios, por su parte, tuvieron una inflación de 2.53%, explicada por aumentos de 1.73% en los servicios de vivienda, así como de 1.12% en los educativos y 3.55% en otros.