La lucha en la ENAT: directora acusada de encubrir violencia de género presenta renuncia

La organización respondió que de ser cierta dicha información, la decisión contribuirá a facilitar el diálogo institucional.

Por Redacción |Imagen Facebook Morras ENAT |Animal Político| 25 de abril, 2021. La organización Morras ENAT dio a conocer un comunicado donde se presenta la renuncia definitiva de la maestra Gabriela Pérez Negrete, directora de la Escuela de Arte Teatral, después de que la gran mayoría de estudiantes realizaran un paro tras denunciar violencia de género cometida por estudiantes, profesores y personal de esa institución. 

“Mi decisión de anticipar mi separación del cargo, responde a una profunda reflexión y deseo de no obstaculizar las negociaciones derivadas del movimiento de la Comunidad Alumnas de la ENAT y ser fiel a mis principios”, se lee en el documento que fue acompañado con la rúbrica de la maestra Pérez Negrete. 

La organización respondió que “de ser cierta dicha información, asumimos que tal decisión contribuirá a facilitar el diálogo institucional”.

Hace poco más de un mes las alumnas de la Escuela Nacional de Artes Teatrales (ENAT) convocaron a toda la comunidad a un paro no activo tras las denuncias del pasado 8 de marzo que se hicieron en un “tendedero” virtual. 

La respuesta fue abrumadora: la gran mayoría de estudiantes hombres y mujeres aceptaron dejar de participar en las clases para concretar el paro, que cumplió un mes el 18 de abril.

La semana pasada la organización Morras ENAT, hizo una lectura de su pliego petitorio ante una representante de la Escuela y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), al cual pertenece. 

Una de las exigencias que calificaron como mínima fue que fuera destituida la directora, Gabriela Pérez Negrete, a quien acusan de encubrir a los más de 90 denunciados.

En entrevista con Animal Político, un grupo de chicas contó que hace dos años, cuando el tendedero sí fue físico, la directora le dijo a los presuntos agresores que si se sentían incómodos podían quitar los carteles que los denunciaban. 

Lamentaron que la solución que pretendió tomar fue confrontar cara a cara a las víctimas con quienes estaban denunciando, como si quisiera solucionar el problema hablando.

Otra de las exigencias mínimas del pliego petitorio es que esta vez se haga justo lo contrario: que se dicten medidas preventivas para que los denunciados no compartan espacios, ya sea físicos o virtuales, con quienes los denunciaron, hasta que se esclarezca si hubo agresión, y en el caso de personal docente, sean separados del cargo.

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