Decenas de miles de manifestantes desafían a un inquebrantable Lukashenko

La principal marcha opositora reúne a 200.000 personas en Minsk al grito de «Vete ya».

XAVIER COLÁS|Moscú|El Mundo|Domingo, 23 agosto 2020 – 20:44. Bielorrusia ha vuelto a echarse a la calle para exigir al presidente Lukashenko elecciones libres. La principal marcha opositora se celebró hoy en Minsk, donde la oposición reunió a cerca de 200.000 personas, repitiendo así el éxito de la convocatoria de la semana pasada.

Lukashenko, contemplando desde el helicóptero su palacio presidencial en Minsk e inspeccionando la avenida Pobediteley (donde anteriormente hubo una acción de protesta miles de personas) comentó que los participantes «se dispersaron como ratas». Como se muestra en un vídeo de antes de aterrizar, Lukashenko mira por la ventana del helicóptero, luego se dirige, al piloto, a quien se le ordena: «Más cerca, más cerca de la avenida… No veo la avenida». Lukashenko bajó del helicóptero con un chaleco antibalas y un fusil en las manos, pero sin cargador. Luego salió del cordón y agradeció a las fuerzas de seguridad su trabajo. Y prometió que «nos ocuparemos de ellos», en referencia a los manifestantes.

Los seguidores de la oposición se concentraron en la Plaza de la Independencia en la que se encuentran la sede del Gobierno, la Comisión Electoral central y la cámara baja del Parlamento. La policía pidió con altavoces a los manifestantes que despejasen la plaza mientras mientras se guardaba un minuto de silencio en memoria de los muertos durante la crisis política en el país. Los congregados respondieron al grito de «¡Vete!» o «¡No olvidaremos y no perdonaremos!».

Bielorrusia es escenario de protestas desde el 9 de agosto por los resultados de las elecciones presidenciales que revalidaron el sexto mandato de Lukashenko. Según el escrutinio oficial, Lukashenko obtuvo el 80% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanovskaya con el 10% de los apoyos. La oposición denuncia un fraude masivo y pide que Tijanovskaya encabece un proceso de transición.

Durante la mañana las fuerzas de seguridad bielorrusas desplegaron vallas frente a algunos edificios en el centro de la ciudad y cercaron la Estela de Minsk, lugar habitual de las concentraciones de la oposición desde el estallido de las protestas, lo que hizo temer un enfrentamiento entre manifestantes y policías.

Confiamos, podemos, ganaremos» y «Viva Bielorrusia», fueron las principales consignas de las concentraciones, que se han multiplicado por todo el país. La de Minsk contó con la asistencia de los líderes opositores Maria Kolesnikova y Pavel Latushko, ambos miembros del presidium del consejo coordinador para el traspaso pacífico del poder en el país, según imágenes difundidas en medios bielorrusos. Kolesnikova animó a continuar las protestas y con el boicot a las autoridades, al tiempo que comparó la «resistencia» bielorrusa con una maratón que los opositores van a ganar, prometió. También trató de evitar que los manifestantes chocasen con la policía: «Las vidas y la salud de la gente son lo más valioso», dijo la dirigente opositora.

MOSCÚ, CONTRA LA OPOSICIÓN
La oposición bielorrusa, al exigir la salida del presidente Alexander Lukashenko, sigue el mismo guión venezolano, criticó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, desde Moscú. «Los opositores proponen negociar con las autoridades actuales solo las condiciones de la salida del presidente de Bielorrusia (…) Es similar a lo que ocurre en Venezuela, donde un presidente legítimo es declarado paria», dijo Lavrov, que añadió que «hay quienes quieren que la situación en Bielorrusia derive en violencia, buscan provocar un derramamiento de sangre y que se repita el escenario ucraniano», dijo en unas declaraciones recogidas por Sputnik.

El canciller ruso añadió que algunas propuestas del opositor Consejo de Coordinación en Bielorrusia suscitan dudas desde el punto de vista de la legitimidad y algunas de ellas pueden ser calificadas como una incitación a las fuerzas del orden a incumplir su deber. Lavrov comentó las ofertas de mediación de la OSCE en Bielorrusia, recordando cómo terminaron los esfuerzos de mediación de los países occidentales en Ucrania en 2014. Primero «se logró un acuerdo firmado por los ministros de Exteriores de Alemania, Polonia y Francia», y después la oposición se desmarcó del pacto. Lavrov no descartó también que la opositora Svetlana Tijanovskaya podría haber sido presionada para que convoque las protestas: «Cada vez más a menudo hace sus declaraciones en inglés y no en ruso o bielorruso».

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