Aunque se registran menos casos de personas con esta enfermedad, es probable que se trate de menor atención a la demanda de servicios.
18/08/2020 05:58 MARIO LUIS FUENTES/ WWW.MEXICOSOCIAL.ORG|CIUDAD DE MÉXICO. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha hecho reiterados llamados a los gobiernos de las Américas para no descuidar la atención de la salud, especialmente de padecimientos graves, en el contexto de la pandemia de la covid-19. En México, ha habido varios señalamientos de organizaciones de la sociedad civil y pacientes de distintas enfermedades que piden una mayor y mejor atención.
¿Descenso o desatención?
Ése es el caso del cáncer de mama y el cáncer de cérvix, respecto de los cuales, la Secretaría de Salud (Ssa) en México tiene un registro significativamente inferior en el número de casos en el 2020, respecto de los que se atendieron en el año 2019.
En efecto, hasta la semana 31 de este año, el Boletín Epidemiológico de la mencionada dependencia tiene un dato 22.75% inferior al registrado en la misma semana del 2019, en el caso del cáncer de la mama, y para el cáncer de cérvix la disminución es aún más sensible, pues la reducción es de 41% entre ambos años.
Es difícil asumir que esta disminución se haya dado porque hay menos casos, por lo que lo probable es que se trate de una cuestión de menor atención a la demanda de servicios, tanto de diagnóstico como de consulta y tratamiento oportuno.
Diferencias regionales
Los descensos en el número y porcentaje de casos, tanto de cáncer de la mama como del cáncer del cuello del útero tienen un comportamiento muy diferente, dependiendo de la entidad de que se trate.
Las disminuciones más drásticas, para el caso del cáncer de la mama, se registran en el estado de Guerrero, donde hay un descenso de -74.1% en el número de personas atendidas por este padecimiento (que son mujeres en poco más del 98% de los casos).
En segundo lugar se encuentra Zacatecas, con -62.7%; Hidalgo está en tercer sitio, con -60.9%; le sigue Michoacán, con -60.6% y Puebla en quinto sitio, con -60 por ciento.
Otras entidades con más de 50% de menos casos, son: Tabasco, con -58%; Nayarit, con -56.4%; Yucatán, con -54.3%; Baja California, con -54%; Tamaulipas, con -51 por ciento.
Respecto del cáncer del cuello del útero las disminuciones son todavía más drásticas; las cinco entidades con mayor disminución registrada son: Baja California Sur, con -90.9% en el número de casos; Tabasco, con -86.6%; Guerrero, con -84.6%; Nayarit, con -84.4% y Zacatecas, con -81.3 por ciento.
Otros estados que registran bajas muy significativas son: Quintana Roo, con -78%; Chiapas y Coahuila, con -77.1% en cada uno de ellos; Yucatán, con -76.3%; Durango, con -69.2%; Querétaro, con -63.9%; Morelos, con -62.5%; Michoacán, con -61.4%, y Tamaulipas, con 60 por ciento.
Una mortalidad impresentable
Las y los expertos consideran que la mayoría de los decesos por cáncer de la mama y de los órganos genitales femeninos son altamente prevenibles; a pesar de ello, las cifras disponibles muestran que en los cinco años que van del 2014 al 2018 (que son los últimos para los que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dispone de información) hay un sensible incremento.
Así, en el periodo señalado se han contabilizado 39 mil 508 decesos por cáncer de los órganos genitales femeninos y 33 mil 248 por cáncer de la mama.
Y mientras que en el 2014 se registraron siete mil 528 casos por el primer tipo de cáncer señalado, en el 2018 la cifra fue de ocho mil 234. Del cáncer de la mama, el número de defunciones en 2014 fue de seis mil 51, frente a siete mil 311 registrados en 2018.