Juan López Sánchez/Barra Informativa/Oaxaca, 11 de julio 2020.- Todos los habitantes de Oaxaca hubiéramos querido que las palabras de la Doctora Rosalilia García Kavanagh no se hubieran tratado de un olvido o falta de atención, pues el haber mencionado, antes de despedir el informe diario sobre covid-19, » … aún cuando estamos en semáforo amarillo»… permitió un momento de esperanza para que pronto sea una realidad.
Sin embargo, el lapsus línguae de la Subdirectora General de Innovación y Calidad de SSO, sólo hicieron recordar el mensaje del gobernador de Oaxaca en Palacio Nacional, donde el 13 de mayo las autoridades de salud del gobierno federal informaban que en la nueva normalidad Oaxaca se encontraba en color amarillo del semáforo epidemiológico.
Palabras más o palabras menos, el gobernante hacia un reconocimiento al pueblo de Oaxaca porque si se estaba en ese estatus era por su disciplina para seguir de manera puntual las instrucciones de la autoridad sanitaria.
Igualmente lo hizo con los servicios de salud por su atención oportuna al pueblo de Oaxaca, y la coordinación de manera exitosa entre los tres niveles de gobierno.
En Oaxaca hay 203 municipios libres de contagios, presumió, y seguiremos los procesos de usos y costumbres, reconocidos en la constitución, que han permitido que Oaxaca sea uno de los 6 estados con menor número contagios, y continuar por esa ruta de éxito para las oaxaqueñas y oaxaqueños.
Desafortunadamente la realidad nos rebasó y no pasó mucho tiempo para que Oaxaca entrara al color rojo del semáforo evaluador.
Lo mismo pasó con el sueño-lapsus de García Kavanagh, ya que despuesito, al despedir el ejercicio informativo, la moderadora Diana Hernández dijo: «… les recordamos también a ustedes que estamos y continuamos en semáforo naranja…»
La realidad rebasó a la fantasía.