En un video subido en redes sociales, un empleado del call center exhibió el recorrido que realizó para llegar a su puesto de trabajo, en el que continúan las operaciones con normalidad, pese a los sellos de suspensión de actividades.
MATHIEU TOURLIERE|5 mayo, 2020|CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A pesar de que las autoridades capitalinas clausuraron ayer las entradas del edificio ubicado en Rascarrabias número 911, en el que operan los call center al servicio de Grupo Salinas, sus empleados acudieron hoy a trabajar como si nada: sus jefes los hicieron pasar por el estacionamiento del edificio vecino, el cual se conecta con la torre supuestamente embargada por incumplir con las medidas decretadas en la emergencia sanitaria por covid-19.
En un video subido en redes sociales, un empleado del call center exhibió el recorrido que realizó para llegar a su puesto de trabajo: se le ve caminar por la calle, pasar frente a los sellos “suspensión de actividades” –que las autoridades colocaron ayer en las puertas del número 911–, dar la vuelta en la esquina, ingresar a la plaza comercial ubicada en el número 913, bajar hacia el sótano, atravesar el estacionamiento y llegar al hall del edificio clausurado.
El empleado se grabó haciendo fila para ingresar al elevador –en la entrada, se observa que una mujer distribuye gel a los empleados–, y luego graba el quinto piso, donde las operaciones del call center siguen con normalidad: ahí, se pueden ver las filas de escritorios y computadoras ocupadas a la mitad, con agentes ya dispuestos para trabajar.
“A pesar de los sellos de suspensión de actividades se está laborando de manera normal en los Call Center de grupo salinas. Obviamente se está actuando en contra de la ley al hacer que empleados de estos outsourcing trabajen en estas condiciones”, denunció el empleado en un texto que acompañó el video.
En ese edificio, dos empresas de outsourcing Grupo Nach y Difusión de Servicios Administrativos, S.A. de C.V. operan los call center en nombre de Grupo Salinas –y a su vez pagan a sus empleados mediante sociedades factureras–; en el área de cobranza de Elektra laboraba por ejemplo Rodolfo Huvy Cruz Juárez, el hombre de 30 años que el pasado 28 de abril falleció por complicaciones derivadas de covid-19.
Disputa jurídica
Al igual que las demás empresas de Grupo Salinas, los call center han permanecido abiertos durante la emergencia sanitaria: en marzo pasado, sus empleados incluso recibieron un folleto de tres cuartillas, firmado por el propio Salinas Pliego, donde el magnate los exhortó a mantener “calma, higiene e información confiable” ante la pandemia, pues el covid-19, aseveró, “NO ES UNA ENFERMEDAD GRAVE” (sic).
Todavía hoy, el periódico Reforma informó que Grupo Salinas libra una disputa jurídica desde hace más de un mes para no suspender la actividad de sus empresas, y que el pasado 3 de mayo Elektra se amparó para que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) no le obligue a cerrar sus tiendas.
Ayer, por primera vez desde el inicio de la contingencia, Luis María Alcalde Luján, titular de la STyPS, exhibió las tiendas Elektra entre las empresas que incumplen con las medidas sanitarias implementadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para combatir la pandemia de covid-19.
Horas más tarde, policías de la Ciudad de México acordonaron el edificio ubicado en Rascarrabias mientras funcionarios capitalinos colocaron los sellos de “clausura de actividades” en sus puertas; sin embargo, empleados del call center señalaron a Proceso desde ayer que el edificio ubicado en el 913 permanecía abierto, y que la torre ubicada en Cerrada del Relox 16, en la colonia Chimalistac –donde opera otro call center de Grupo Salinas– sigue operando con toda normalidad.
“Seguimos responsabilizando a Grupo Salinas por cualquier situación y/o contagio que se pudiera presentar. Nos piden ya una vez estando adentro no salir del edificio, me imagino para que no los multen al ver qué hay gente trabajando aquí adentro”, denunció el empleado del call center.