El organismo internacional advierte que la infección no los afecta gravemente; las consecuencias económicas serán catastróficas para esta población
Por La Razón Online| Foto: AP/Ramón Espinosa.|17 abril, 2020 12:44 am. La crisis de salud por la propagación del COVID-19 resulta catastrófica para mil 500 millones de niñas, niños y jóvenes de 188 países del mundo, de los cuales cientos de miles podrían morir este año, advirtió el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.
En el informe “Impacto de COVID-19 en los niños” presentado este jueves, Guterres indicó que casi 369 millones de niñas y niños en 143 países que normalmente dependen de la comida escolar para una fuente confiable de nutrición diaria, ahora deben buscar otras opciones.
“Algunos niños están destinados a asumir los mayores costos. Entre los que se verán gravemente afectados están los que viven en barrios marginales, campos de refugiados y desplazados y zonas de conflicto activo. Niñas y niños con discapacidad, y los que viven en instituciones y centros de detención”, señaló.
La tasa de mortandad en este sector será elevada, en comparación con un escenario previo a la pandemia, como resultado de la recesión mundial que se avecina. Esto, abundó, revertiría en un solo año el progreso de los últimos dos o tres años en la reducción de la mortalidad infantil.
El secretario general de la ONU recordó que si bien el impacto directo de la infección por coronavirus en la salud del sector infantil ha sido mucho más leve que en otros grupos de edad, los números que reflejan el golpe de la pandemia en otras áreas de la vida de las niñas y los niños merecen la misma atención.
En ese sentido pidió actuar con urgencia y colectivamente para mitigar los costos para los menores.
“La pandemia es una prueba de nuestra solidaridad: dentro de las comunidades locales, la comunidad de investigación científica y la comunidad de naciones. Los niños ofrecen una causa común que puede avivar un mayor sentido de unión entre las personas”, subrayó.
Medidas recomendadas
Asimismo, hizo un llamado a los gobiernos del mundo para implementar medidas urgentes para contrarrestar los impactos de la pandemia de COVID-19, entre ellas recomendó implementar o ampliar la asistencia social a las familias, preferiblemente a través de subsidios universales para las y los niños.
También asegurar las cadenas de suministro de alimentos y los mercados locales de alimentos, para proteger a los menores de una crisis de seguridad alimentaria, y que este sector tenga acceso a las pruebas, el tratamiento y las vacunas de COVID-19 cuando estén disponibles.
Priorizar la continuidad de los servicios centrados en el niño, como la escolarización, los programas de nutrición, la atención materna y neonatal, los servicios de inmunización, los servicios de salud sexual y reproductiva, el tratamiento del VIH, la salud mental y los servicios psicosociales.
Establecer protecciones específicas para las y los niños vulnerables, incluidos los migrantes, los desplazados, los refugiados, las minorías, los habitantes de barrios marginales, los niños con discapacidades, los niños atrapados en conflictos armados y los niños en instituciones.
Brindar apoyo práctico a los padres y cuidadores, incluyendo cómo hablar sobre la pandemia con las niñas y los niños, cómo manejar su propia salud mental y la salud mental de sus hijos, y herramientas para ayudar a apoyar el aprendizaje de sus hijos, concluyó Antonio Guterres.