– Migrantes, el grupo más vulnerable en EU ante la pandemia. – Realizan labores esenciales, pero son considerados desechables.
David Brooks Corresponsal|Foto Ap|Periódico La Jornada|Sábado 11 de abril de 2020, p. 24|Nueva York., Los migrantes en Estados Unidos no sólo están entre los más golpeados por la pandemia del coronavirus y por las consecuencias económicas y sociales que ha provocado la respuesta a la emergencia de salud, sino que están en las primeras filas del rescate de Estados Unidos en esta emergencia sin precedente.
La crisis de salud pública está afectando de manera más severa a los migrantes, sobre todo a los más de 11 millones de indocumentados (la mitad de ellos mexicanos), en parte porque son los que menos acceso tienen a servicios de salud, tanto por falta de seguros como por el temor ante un clima antimigrante que impera a escala nacional promovido por el gobierno de Donald Trump.
Según cifras iniciales la pandemia, como siempre en estos casos, afecta más a los sectores pobres y, por tanto, está atacando de manera desproporcionada a las minorías latinas y afroestadunidenses del país.
De hecho, el área más afectada dentro del llamado epicentro nacional de la pandemia, la ciudad de Nueva York, es el distrito donde se concentra el mayor número de inmigrantes en la ciudad: Queens (una de las cuales se llama Corona). Hoy se reporta que es la zona con más contagios, más de 7 mil casos reportados, cerca de la mitad de toda la ciudad, según cifras oficiales.
La gente se está muriendo en sus casas, y no van al hospital, esas muertes no se registran, comentó el reverendo Juan Carlos Ruiz, veterano defensor de inmigrantes, en entrevista con La Jornada. Señaló que personalmente se ha enterado de decenas de esos casos en Brooklyn y Harlem, entre otras zonas de migrantes. Están desinformados, confundidos, no llegan las ambulancias cuando las llaman y no quieren ir al hospital porque dicen que se van a morir.
Cita cifras recientes que indican que más de un tercio de las muertes por el virus en la ciudad son latinos, pero explica que los migrantes indocumentados son las víctimas invisibles. Si en la vida no contamos en este país, pareciera que en la muerte tampoco, concluyó Ruiz.
Líderes en comunidades migrantes en Chicago, Los Ángeles y Florida, entre otras zonas, reportan historias parecidas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha confirmado la muerte por el Covid-19 de por lo menos 181 mexicanos en Estados Unidos.
Los más expuestos
Los migrantes, sobre todo los indocumentados, son los más afectados por la clausura de la economía estadunidense y en gran medida ni siquiera son contabilizados dentro de la ola de desempleo masivo sin precedente registrada en las pasadas tres semanas en este país.
Muchos –algunos calculan alrededor de 6 millones– trabajan justo en los sectores más impactados al inicio de esta crisis: servicios, construcción, restaurantes y turismo; y muchos –a menos que pertenezcan a un sindicato, o lo que es aún menos común, que trabajen para un patrón liberal– no cuentan con seguros de salud, ni tampoco derecho a beneficios de desempleo y otros apoyos económicos recién aprobados por el gobierno federal.
También son los más expuestos por estar entre los trabajadores esenciales en empleos de alto riesgo, incluso directamente en las trincheras de salud enfrentando esta crisis.
Unos 6 millones de migrantes trabajan en el sector salud de Estados Unidos –29 por ciento de los médicos son inmigrantes, al igual que 38 por ciento de los asistentes de salud, y 23 por ciento de los que trabajan en farmacias–, pero también son un alto porcentaje de los que limpian los hospitales –labor vital, ahora más que nunca– y los que ayudan a la entrega de insumos, según una investigación del Migration Policy Institute (MPI).
Son los trabajadores esenciales que están manteniendo vivas las ciudades durante las cuarentenas parciales, son los que se dedican a la entrega de alimentos a domicilio –repartidores y transportistas–, quienes se encargan de mantener el abasto de los supermercados y tiendas de abarrotes, los trabajadores domésticos, entre otros.
Hay por lo menos 12 millones de trabajadores migrantes que están en la primera línea de respuesta a la pandemia o entre los más impactados por sus consecuencias, concluye MPI [https://www.migrationpolicy.org/research/ immigrant-workers-us-covid-19-response].
Pero esta cifra no incluye a los aproximadamente 2.5 millones de jornaleros –gran parte de los cuales son migrantes–, quienes cultivan y cosechan el alimento de este país.
Como escribió Greg Asbed, uno de los fundadores de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, en un artículo en el New York Times: los jornaleros han sido designados trabajadores esenciales, sin ellos no hay alimento, pueden enfermar al ir a trabajar, pero no pueden arriesgarse a perder sus empleos por no trabajar en un sector con poca protección y condiciones precarias.
El mensaje a los jornaleros del país es claro: tu labor es esencial, tu eres desechable…. Como trabajadores de salud y de emergencias médicas, ellos se están poniendo en riesgo para el resto de nosotros”, señala.
Mientras el gobierno del presidente Donald Trump continúa impulsando de manera más agresiva sus políticas antimigrantes durante esta pandemia, aprovechando la emergencia para poner en marcha medidas que anulan derechos humanos, los migrantes están entre los protagonistas del gran rescate de Estados Unidos.
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