Miguel A. Luna|Oaxaca, Oaxaca, 11 de abril de 2020. En la ciudad de Oaxaca a pesar de estar en cuarentena tras el 2º. Decreto emitido el 4 de abril pasado por el gobernador del estado Alejandro Murat Hinojosa, integrantes del sector comercial hacen caso omiso a lo establecido y abren sus negocios con toda libertad; hay tiendas de ropa, de teléfonos celulares, joyerías, ferreterías, electrónica y otros giros que mantienen sus puertas abiertas. En el mercado de abastos no todos aplican las medidas de Sana Distancia.
En el 2º. Decreto indica que “se suspenden las actividades no esenciales hasta el 30 de abril, y se establece el cierre de los siguientes espacios: hoteles y servicios de hospedaje para actividades turísticas, playas, restaurantes -los cuales podrán operar en la modalidad de servicio a domicilio-, centros comerciales, plazas públicas, tianguis, días de plaza y concentraciones religiosas; así como suspensión de la venta de bebidas alcohólicas a partir de las 18:00 horas”.
Continuando el decreto “Los únicos establecimientos que seguirán abiertos siguiendo estrictas medidas sanitarias son: farmacias, bancos, gasolineras y gaseras, sector salud, mercados, supermercados, tiendas de autoservicio, abarrotes, transporte público y de carga, expendios de productos de limpieza, servicios privados de emergencia, aeropuertos y terminales de autobuses.
Los introductores de mercancía en el mercado de abasto no tienen la higiene correspondiente para tratar el producto, en ese sentido el municipio de Oaxaca de Juárez, a través de la Coordinación Ejecutiva del Mercado de Abastos. (CEMERCA), no toma cartas en el asunto, si bien es cierto que la última acción de instalar un túnel sanitizante por un día fue para aminorar el contagio por el virus SARS-CoV-2 causante de COVID-19, la propia Secretaría de Salud Federal indicó que esos artefactos no está demostrada su eficiencia, por ello la dependencia “no recomienda el uso y diseminación de estas tecnologías hasta que sea evaluada científicamente su efectividad”.
Pero tal parece que las autoridades responsables no pueden o se hacen “ojo de hormiga” para no aplicar la ley; en colonias de la ciudad, hay reportes de la venta clandestina de bebidas alcohólicas en establecimientos que deben de permanecer cerrados conforme al decreto, los propios vecinos se dan cuenta porque los consumidores ya en estado de ebriedad se ponen a escandalizar en la vía pública.