Ana Lilia Pacheco testo y foto||nvinoticias.comLun, 03/02/2020 – 08:35. «Aunque es posible sanear el río Atoyac, existe poca responsabilidad por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno», asegura Nazario García Ramírez, presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientales de Oaxaca (COAO).
El presidente del colectivo menciona que el principal problema que hay en el estado respecto al tema es la mala infraestructura en cuanto al drenaje, pues es una misma tubería pasan las aguas fluviales y el drenaje.
Aunado a esto, señala que “al no tener el colector para la planta tratadora de San Juan Bautista La Raya, los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO) descargan en el río Atoyac y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no los sanciona, por lo que es cómplice y juntos promueven que el río se siga contaminando”.
Agrega que el río Salado “tiene la misma suerte. Hace dos años protestamos para que pararan las pipas que desazolvan las letrinas porque depositaban sus aguas en el río Atoyac; algo totalmente ilegal ya que las empresas tienen la obligación de tratarlas”.
Plantas tratadoras, inservibles
El ambientalista resalta que los tres poderes de gobierno y organizaciones siempre apuestan por plantas tratadoras de aguas residuales; sin embargo, afirma que lo hacen para un fin personal “porque les deja una ganancia de entre 2 y 3 millones de pesos a las empresas o particulares que las ganan”.
Demanda que estas plantas no funcionan ya que se construyen en comunidades a las que no se les explica que la operación tiene un alto costo, por lo que nunca se les da mantenimiento.
García Ramírez detalla que en Oaxaca hay 177 plantas tratadoras residuales que, de acuerdo con la Comisión Estatal del Agua (CEA), sólo el 20 por ciento de éstas funcionan, “pero yo me atrevo a decir que ni el 10 por ciento de ellas lo hace; hablamos de una mala inversión, es un referente de cómo se viene contaminando”.
No hay respeto de las leyes
El ambientalista demanda que las empresas constructoras no respetan los cauces de los afluentes como ocurrió en el río de San Felipe donde se construyeron bardas, pues “no permiten su crecimiento, que tengan vida”.
Por eso, solicita un endurecimiento en las leyes, lo cual también debe ser un punto que aborde en el tema ambiental, pues “poco a poco le van ganando el terreno a los ríos, los van volviendo corrientes subterráneas y no nos funciona, ni nos sirve”.
Nazario García resalta que a pesar de que se ha denunciado la extracción de material pétreo, Conagua no ha aplicado sanciones, por lo que reclama: “Se deben hacer respetar las leyes que hay de construcción”.
Basta de acciones mediáticas
García Ramírez admite que resulta irresponsable dar una cifra de cuánto costaría el saneamiento total del río Atoyac, además que ninguna institución ni gobierno tiene un cálculo al respecto.
“El rescate debe ser a través de un proyecto integral donde no sólo deban verse las acciones mediáticas que han hecho como recoger los residuos sólidos cerca del río, podar ramas o pasto; eso no quiere decir que se está saneando”, argumenta.
Además, menciona en éstos se deben incluir a las comunidades no sólo las que están al margen sino las que se encuentran a los extremos, principalmente al norte, “pues son las que descargan sus aguas residuales al Atoyac”.
Educación ambiental, la solución
Para el ambientalista, una opción para la recuperación del río Atoyac es la educación ambiental desde pequeños para que hagan un buen manejo de los residuos sólidos, el correcto uso del agua, así como no quemar basura.
Nazario García afirma que los proyectos de infraestructura deben estar bien planeados para que no ocurra como en 2017 con la construcción de la presa Paso Ancho, “para qué hacer una presa donde ya llega contaminada el agua, cuando se podría hacer desde Telixtlahuaca donde se puede capturar agua con bordos, retener suelos y con eso se asegura el agua por más de 50 años en Oaxaca”.
Escenario crudo
García Ramírez enfatiza que el coronavirus no es una amenaza para Oaxaca, sino las plagas que se generan por el calor atípico, la contaminación que hay en el río Atoyac que provocarán que proliferen zancudos, moscas y cucarachas que van a generar enfermedades “como el año pasado con el dengue”.
“Se presenta un escenario crudo para Oaxaca, aparte que no hay agua y no sanean la fuentes principales como los bosques y ríos”, lamenta.
Destaca que los ciudadanos deben exigir a las autoridades para evitar que se sigan padeciendo estos problemas.