-Nuevo ataque a la zona verde. -Parlamento iraquí exige la salida de su territorio de soldados de EU. -Trump advierte que no saldrán del país hasta que Bagdad pague a Washington por su base aérea.
Afp, Ap, Sputnik, Europa Press y Reuters|Foto Afp|Periódico La Jornada
Lunes 6 de enero de 2020, p. 18|Bagdad. Al menos dos cohetes impactaron anoche cerca de la embajada de Estados Unidos en esta capital, poco después de que el Parlamento iraquí votó para pedir la expulsión de las fuerzas estadunidenses del país por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani.
El presidente Donald Trump respondió anoche que sus soldados no saldrán hasta que Irak pague a Estados Unidos por su base aérea que fue extraordinariamente cara.
En tanto, varios cohetes Katiusha fueron lanzados hacia la zona verde, donde se encuentran los ministerios iraquíes y las embajadas extranjeras; dos impactaron cerca de la legación estadunidense, confirmó la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos.
El canal Al Arabiya reportó que una familia resultó herida durante el ataque, pero agencias de noticias internacionales informaron que no hubo lesionados.
Desde hace más de dos meses decenas de cohetes han sido disparados hacia la zonas donde hay diplomáticos y militares estadunidenses. Los ataques mataron a un contratista en diciembre pasado.
Soleimani, jefe de la fuerza Al Qods de los Guardianes de la Revolución Islámica, murió el viernes en un bombardeo. En el asalto, perpetrado afuera del aeropuerto de Bagdad y autorizado por Estados Unidos, murieron otras ocho personas, entre ellas Abu Mehdi Muhandis, número dos de las Fuerzas de Movilización Popular, coalición de paramilitares pro iraníes integrados en el Estado iraquí.
El primer ministro saliente, Adel Abdel Mahdi, aseguró que las muertes de Soleimani y Al Muhandis fueron un asesinato político, y que sólo deja dos opciones: llamar a los soldados extranjeros a que se vayan inmediatamente o revisar su mandato mediante un proceso parlamentario.
En la Cámara de Representantes, ante la ausencia de los diputados kurdos y de la mayoría de los sunitas, numerosos representantes corearon: ¡no a Estados Unidos!
Mohamed Halbusi, líder del recinto legislativo, leyó una decisión que obliga al gobierno a preservar la soberanía del país retirando su petición de ayuda lanzada a la comunidad internacional para combatir al yihadista Estado Islámico.
En el país hay 5 mil 200 soldados estadunidenses y ante el aumento de las tensiones Washington anunció el despliegue hasta de 3 mil 500 soldados más en Medio Oriente.
El documento apremia a las autoridades a poner fin a todas las actividades de cualquier fuerza extranjera en su tierra y evitar que el espacio aéreo del país sea utilizado. También emplaza a que se presente una denuncia contra Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas por la peligrosa violación a la soberanía y la seguridad de Irak y las intenciones que llevaron a la muerte de Soleimani y Al Muhandis.
Entre los 168 diputados presentes, de 329, algunos reclamaban un voto, pero Halbusi anunció: ¡Decisión adoptada!, con lo que cerró la sesión y se retiró del recinto. Tal medida fue celebrada por la república islámica, que consideró que con la adopción de esta ley, el mantenimiento de la presencia estadunidense en Irak equivale a una ocupación.
Las brigadas Kataeb Hezbolá, la facción más radical de las Fuerzas de Movilización Popular, pidieron a los soldados iraquíes que se alejen al menos mil metros de los lugares donde están presentes los militares estadunidenses en el país a partir de la noche de ayer, lo que insinuó la planeación de ataques.
Mientras se desarrollaba la sesión parlamentaria, miles de manifestantes antigubernamentales protestaron en Bagdad contra los dos ocupantes: Irán y Estados Unidos. En otras ciudades de Medio Oriente cientos de personas se manifestaron contra Washington.
El presidente estadunidense, Donald Trump, amenazó con imponer sanciones duras a Irak si emprende actos hostiles contra los intereses de Estados Unidos, reportó el servicio de prensa de la Casa Blanca. Horas después, a bordo del Air Force One, de regreso a Washington, el mandatario advirtió que aplicará represalias importantes ante un eventual ataque iraní contra instalaciones estadunidenses en Medio Oriente.
En Twitter, Trump se mofó de las críticas por el asesinato de Soleimani al decir que no necesita la aprobación del Congreso, incluso para un ataque desproporcionado.
Dos congresistas demócratas anunciaron que presentarán una resolución ante la Cámara de Representantes para no permitir que el presidente lleve de manera unilateral al país a una guerra con Irán.
El secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, sostuvo en entrevista con la cadena ABC que Washington atacaría a cualquier autoridad de alto rango de Irán, según las leyes internacionales, si alguno de los intereses de Estados Unidos se ve amenazado por la república islámica o grupos aliados.
En Teherán, cientos de miles de personas se manifestaron en las ciudades de Ahvaz y Mashhad, en el primero de los tres días de homenaje a Soleimani.
Ali Lariyani, presidente del Parlamento iraní, exigió a Trump que proporcione pruebas y documentos que demuestren que el general quería atacar a las fuerzas estadunidenses en Irak y Siria, como argumentó Washington para justificar el ataque del viernes pasado.
Mohsen Rezaei, antiguo jefe de la Guardia Revolucionaria, amenazó con reducir a polvo las ciudades israelíes de Tel Aviv y Haifa si Estados Unidos emprende ataque en Irán.
En este contexto, un militar estadunidense y dos subcontratistas del Pentágono murieron en una base militar en Kenia en un ataque perpetrado por el grupo yihadista somalí Al Shabab.