EZEQUIEL FLORES CONTRERAS|9 diciembre, 2019|CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Un alcalde de la región de Tierra Caliente presuntamente vinculado con el narco decidió confrontar directamente al gobernador Héctor Astudillo Flores para exigir seguridad ante la guerra que mantiene el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) con el grupo de La Familia Michoacana por el control de esta franja limítrofe con Michoacán.
Gregorio Portillo Mendoza, quien fue por Morena en el municipio de Zirándaro es hermano de Marcelino, a quien busca la DEA y de Edilberto, fundador del grupo musical “Beto y sus canarios”, quien en 2003 salió ileso de un atentado en un restaurante de la ciudad de Morelia, según los reportes oficiales consultados por el corresponsal.
Edilberto es padre de Rogelio Portillo Jaramillo, quien también aparece en la lista de los más buscados por la DEA, según el portal oficial de la oficina del gobierno estadunidense.
Los dos hermanos del alcalde morenista de Zirándaro, así como su primo Francisco Jaramillo Valdovinos, alias “Chico Jaramillo”, encabezan una célula del CJNG que disputan la plaza a José Pineda y Johny Hurtado Olascoaga quienes dirigen La Familia Michoacana, informó una fuente oficial del gabinete de seguridad que encabeza el gobernador Astudillo y el delegado del gobierno federal, Pablo Sandoval Ballesteros, quien pidió el anonimato.
El alcalde morenista y el gobernador priista protagonizaron una confrontación verbal para deslindarse del tema de seguridad en esta zona controlada por la delincuencia.
El pasado 21 de noviembre, el alcalde Portillo Mendoza criticó la actitud del gobierno estatal ante la situación de violencia que fue minimizada el secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame.
Portillo Mendoza posteó en su cuenta personal de Facebook: “Ya no voy a jugar el juego perverso del gobierno estatal, corporaciones y algunos medios de comunicación. Es el mismo camino trillado de siempre. Me van a conducir a la confrontación directa con los cárteles, estos me asesinaran y después saldrá el gobierno a decir que lamenta los hechos y a exigir una investigación exhaustiva”.
De esta forma, Portillo Mendoza visibilizó el conflicto armado que persiste en Zirándaro donde el CJNG y La Familia Michoacana disputan esta plaza estratégica en la región de Tierra Caliente.
El gobernador Astudillo negó las irrupciones de grupos armados en poblados, así como los asesinatos masivos y desplazados, hasta que circularon videos en redes sociales en los que se observan el modus operandi de los delincuentes.
No obstante, terminó por desplegar a la policía estatal y federal, así como el despliegue de tropas militares y grupos policiacos en la zona para controlar la narcoviolencia.
El fin de semana pasado, Portillo Mendoza encabezó una marcha para exigir paz y reiterar su llamado a que el gobierno federal instale un cuartel militar en este lugar, paralelo al 34 Batallón de Infantería, destacamentado en Ciudad Altamirano.
Además, acusó a la Fiscalía estatal de trabajar para “la delincuencia” y entregar a las personas que denuncian a sus verdugos y se ofreció como “intermediario” con el narco para que cese la violencia en Zirándaro.
“Haré todo lo que esté en mis manos para que esto llegue a buen término y para no convertirme en otro mártir más que en nada, absolutamente en nada ayudará a resolver la situación de mi querido y amado pueblo, al que decidí regresar después de años de exilio por una guerra similar”, sentenció.
No obstante, hasta el momento Gregorio Portillo no ha explicado por qué uno de sus hermanos, que actualmente radica en Zirándaro, y uno de sus sobrinos, están en la lista de los más buscados por la DEA.