La Arquidiócesis Primada de México llamó a cambiar ‘la cultura en la que la mujer puede ser motivo de desprecio y muerte’ por otra que le garantice la misma dignidad que el hombre.
08/12/2019 19:12 |Foto: Cuartoscuro| Excélsior|CIUDAD DE MÉXICO. La Arquidiócesis Primada de México resaltó que los feminicidios y la violencia en general contra las mujeres en México son símbolos de que la sociedad está “enferma”, por lo que este domingo llamó a cambiar “la cultura en la que la mujer puede ser motivo de desprecio y muerte” por otra que le garantice la misma dignidad que el hombre.
Cuando un hombre maltrata a una mujer, se degrada a sí mismo, se comporta con lamentable cobardía y degrada su humanidad. Para sanar a nuestra sociedad enferma, en la que se dificulta la convivencia cotidiana, mujeres y hombres debemos ser educados y formados, desde la infancia y a lo largo de toda la vida, en el respeto y la complementariedad, y en este sentido, la familia es fundamental”, detalló.
A través de la editorial “La violencia contra la mujer es degradación de la humanidad”, publicada en el Semanario Desde la Fe, exhorta a reflexionar sobre la situación que enfrenta el país en este tema, y las medidas cada vez mayores que toman las autoridades para evitar más crímenes contra las mujeres.
Toma de ejemplo que si alguien sube al transporte público de la Ciudad de México, “es probable que note que algo anda mal”; es decir, se refiere a la separación de hombres y de mujeres obligada en varios medios de transporte, como el Metro y el Metrobús.
En algunos lugares es posible ver autobuses exclusivos para el uso de mujeres y personas mayores. la razón es que, con la separación, se busca disminuir las vejaciones contra las mujeres. En los vagones del tren ligero hay letreros con imágenes para disuadir el acoso entre menores”.
Nuestra sociedad no está bien y que sea necesario separarnos de esta forma, es señal de enfermedad. Nos lamentamos por las terribles y dolorosas noticias sobre feminicidios y diversas formas de violencia contra la mujer. En un ambiente de deterioro social cotidiano, se han suscitado actos de terrible agresión y de vergonzosa impunidad. Hay que cambiar esta cultura en la que la mujer puede ser motivo de desprecio y muerte”, agrega.