El gobierno de México llegó a acuerdos en las disputas sobre multimillonarios contratos de transporte de gas con varias empresas, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, al afirmar que el país ahorrará con ello unos 4,500 millones de dólares.
Karol García|El Economista|27 de agosto de 2019, 07:14. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y tres de los cuatro contratistas que se habían emplazado a posibles arbitrajes internacionales: Carso, TransCanadá y IEnova, llegaron a acuerdos para reiniciar la operación de gasoductos detenidos, con reducciones en las fórmulas tarifarias que se reducirán de 12,000 a 4,500 millones de dólares y modificaciones en los contratos que incluyen la vigencia de los mismos.
De acuerdo con el director general de la CFE, Manuel Bartlett, los principales acuerdos giraron en torno a esta reducción de tarifas del servicio de transporte de gas, que era el punto central de la negociación, mismas que serán transparentes, fijas a través del tiempo y con cláusulas de desistimiento de controversias futuras.
«Se cambia el concepto de tarifa de inversión a una tarifa de transporte de mercado, con una investigación de las tarifas en Estados Unidos, Canadá y Europa», explicó, «lo que se busca es que los beneficios en estos países se trasladen a nosotros».
En cuanto a las negociaciones, el 8 de julio se llevó a cabo la primera de éstas y en total se realizaron tres reuniones generales y 16 con cada una de las transportistas.
“Esto fue posible por la disposición de los empresarios”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa, “se pudo lograr haciendo a un lado los compromisos legales en beneficio de todos”.
El primer mandatario reconoció que Grupo Carso, de Carlos Slim, fue el primero en llegar al acuerdo con la CFE, lo que marcó la pauta para llegar a los acuerdos posteriores. Así mismo, el primer mandatario aseguró que el acuerdo fue posible gracias a la intervención de Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial y Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios, quienes estuvieron en todos los encuentros en las muchas reuniones que se llevaron a cabo.
La conclusión de estas negociaciones permitirá el transporte de 8,200 millones de pies cúbicos de gas natural de los cuales 63% estarán destinados a plantas de ciclo combinado de la CFE y el resto para la industria, aseguraron.
El primer tramo que entrará en operaciones en aproximadamente una semana será el gasoducto marino Sur de Texas Tuxpan, operado por el consorcio Infraestructura Marina del Golfo compuesto por las empresas IEnova y TC Energía (TransCanadá). Este tramo de 800 kilómetros y una inversión de 2,500 millones de dólares llevará 1,040 millones de pies cúbicos (de los 2,600 de capacidad comprometida inicialmente) de gas natural a 14 centrales de generación eléctrica, volumen equivalente a 40% de las necesidades del Golfo y el Centro del país, además de que tiene posibilidades de ampliarse mediante conexiones a la Península de Yucatán.
En la conferencia matutina, el presidente de Grupo Carso, Carlos Slim, detalló que la parte medular de las negociaciones fue que en lugar de rentas crecientes a lo largo del tiempo se pactaron rentas iguales y dadas las bajas tasas de interés se encontrarán beneficios en valor presente, con lo que para las empresas los pagos serán mayores desde el principio y eso les permitirá hacer mayores inversiones.
Además, detalló que parte de la negociación fue hacer más funcional el uso de los gasoductos para que cuando no se estén utilizando, sobre todo en Estados Unidos, se renten a terceros, con un buen ingreso para la CFE, de hasta 50% del ingreso bruto, que puede mejorar mucho la posición de estos gasoductos.
“Hay un compromiso de cada una de las empresas de continuar invirtiendo para terminar la red y llegar hasta el sur sureste”, dijo Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
En tanto, continúa el proceso de negociación con la mexicana Fermaca, que cuenta con dos tramos: La Laguna-Aguascalientes y Villa de Reyes-Aguascalientes-Guadalajara, con tramos de 600 y 305 kilómetros, además de inversiones adjudicadas de 473 y 294 millones de dólares y capacidades de 1,189 y 886 millones de pies cúbicos, respectivamente.
Los gasoductos comprometidos por las empresas con las que se llegó a acuerdos son: Tuxpan-Tula; Tula-Villa de Reyes; Samalayuca-Sásabe; Guaymas-El Oro, y el gasoducto Marino Sur de Texas-Tuxpan, con inversiones adjudicadas conjuntas de 4,483 millones de dólares, en tramos que suman 2,483 kilómetros y una capacidad total de 5,354 millones de pies cúbicos.