El alcalde de Cuauhtémoc, Chihuahua, Carlos Tena, se disfrazó de indigente para demostrar malos tratos de servidores públicos hacia este sector de la población; aseguró que dos personas serán despedidos.
Indigo Staff| Jul 7, 2019. El alcalde de Cuauhtémoc, en Chihuahua, Carlos Tena, fingió ser indigente para demostrar malos tratos de servidores públicos.
Carlos Tena realizó el experimento social porque no sabía a quién hacerle caso, si a los empleados o a los pobladores, pues había estado recibiendo quejas de las personas que se dirigen a presidencia municipal para pedir un apoyo.
El alcalde, con todo y una silla de ruedas, impregnado de aceite y gasolina para desprender un olor fuerte, se disfrazó para aparentar ser una persona de la tercera edad en situación de calle, y demostrar la indiferencia de los servidores públicos hacia este sector de la población.
Lo que se encontró fue cómo secretarias y empleados del lugar comenzaron a hacerse señas indicando el mal olor del alcalde, incluso le pidieron que esperara afuera; en Desarrollo Social, comenta que una persona tropezó con la silla de ruedas y ni siquiera ofreció una disculpa.
En entrevista con Milenio, Carlos Tena, contó que al realizar su experimento social “hasta le dolió la garganta” pues lo que se encontró fue una situación muy triste al ver cómo tratan a las personas con discapacidad.
Descubrimos, desafortunadamente, cómo en Desarrollo Social, estuve ahí un buen rato, nadie se digna a acercarse a ver qué se me ofrece, o a ofrecerme un vaso de agua, o al médico. Sí nos dieron una despensa pero batallamos poquito”, comentó Tena.
El funcionario continuó con su experimento y se dirigió al segundo piso, en donde se encuentran sus oficinas; ahí pidió hablar con el presidente municipal, pero al no encontrarse, le ofrecieron hablar con una de sus secretarias.
Pedí hablar con el secretario del ayuntamiento y me lo negaron. Ahí me di cuenta de cómo se siente que lo traten a uno mal, pero también me dio coraje con personas que están ahí trabajando. A pesar de que ganan un sueldo pues tratan mal a la ciudadanía, aseguró el alcalde.
Fue entonces que, después de los malos tratos de los que fue víctima, el alcalde se levantó de la silla de ruedas, se quitó el disfraz y todos se quedaron “helados”: Ahí fue cuando les di su buena leída de cartilla, les di su regaño fuerte, y les dije que no quería volver a ver que trataran mal a alguien.
Además aseguró que debido al mal trato que recibió, dos personas perderán su trabajo: “mínimo dos personas se tienen que ir por el trato que nos dieron, me dio pena descubrirlo en mi propio pellejo”.