-Agradece el privilegio de servir al país. -Por discrepancias en cuestiones económicas Urzúa deja la secretaría. -En el gobierno se han adoptado decisiones de política pública sin sustento evidente // Se impuso en la SHCP a funcionarios con patente conflicto de interés, afirma.
Dora Villanueva|Periódico La Jornada|Miércoles 10 de julio de 2019, p. 2. Siete meses después de asumir el cargo, Carlos Urzúa Macías renunció a la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) por medio de una carta. Aseguró que en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento, que le fueron impuestos funcionarios sin conocimiento de la hacienda pública y que esto fue instigado por personajes influyentes con un patente conflicto de interés.
En la carta de renuncia inmediata hizo varias recriminaciones. En el resto manifestó su profundo agradecimiento al mandatario por el privilegio de haber podido servir a México.
Esta dimisión se dio un día después de que en el Diario Oficial de la Federación se publicó el acuerdo por el cual Hacienda delega en la Oficialía Mayor la facultad de promover, diseñar, elaborar, celebrar, suscribir y administrar los contratos marco de las compras gubernamentales.
Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento, señaló Urzúa en la misiva, y luego reforzó su argumentación: “Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o izquierda.
Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco, reprochó el ex funcionario, y criticó a los funcionarios impuestos y los personajes influyentes con un patente conflicto de interés, sin hacer alguna mención en particular.
Aún sin cumplirse el primer año de la administración federal ya han renunciado siete funcionarios al gabinete de Andrés Manuel López Obrador. Entre los más relevantes, el de Carlos Urzúa se cuenta como el tercero. Germán Martínez inauguró las salidas de la Cuarta Transformación al renunciar a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), justo con una acusación contra Hacienda.
Más allá de que la SHCP es por sí misma central al ser rectora del destino de los dineros públicos, en la administración de López Obrador se reforzó su centralidad con el respaldo a Petróleos Mexicanos mediante una política que tiene como finalidad reducir su carga fiscal y el recorte en otras dependencias para inyectar más recursos a la empresa productiva del Estado. El plan de negocios para la petrolera es uno de los pendientes en la dependencia.
Hasta antes de la renuncia de Urzúa, la política de austeridad requerida por el presidente López Obrador tuvo eco. Tanto, que en el acumulado de enero a mayo el ahorro registró un suberjercicio de 140 mil millones de pesos.
Uno de los principales autocríticos de la austeridad del gobierno federal ha sido el jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo, quien ha reiterado: “En algunas cosas se nos pasó la mano (…), así que vamos a rectificar en decisiones mal tomadas”.
La semana pasada Romo retomó el tema al advertir que el periodo de abril a junio que acaba de concluir no se perfila tan positivo, por el impacto de las políticas fiscal y monetaria restrictivas.