El montaje dirigido por Boris Shoemann se presenta en la Galería Los Signos del Zodiaco del Teatro Sergio Magaña.
Redacción AN / HG/mayo 30, 2019 10:14 am. No hay familia perfecta. En todas, hay historias oscuras, chantajes y conflictos. Para el dramaturgo Michel Marc-Bouchard (Quebec, Canadá), aquí hay un resorte creativo acorde para su fino y amargo humor. En este registro se ubica Las musas huérfanas, el montaje de la compañía Los 4 Gatos, que bajo la dirección de Boris Schoemann se presenta en la Galería Los Signos del Zodiaco del Teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114. Col. Santa María la Ribera).
Con las actuaciones de Llever Aiza, Tania González, Carmen Mastache e Indira Pensado, la puesta en escena, que recién estrenó su tercera temporada, profundiza en las heridas emocionales y las huellas de abandono en la familia Tanguay. “Decidimos hacer una tercera temporada porque creemos que los personajes aún dan para mucho”, explica Tania González en entrevista.
La obra plantea el reencuentro de cuatro hermanos tras veinte años sin verse. La reunión se da bajo la sombra del anunciado regreso de su madre, quien los dejó cuando apenas eran unos niños. A partir de la expectativa, cada uno experimenta el renacimiento de viejas heridas. “La vigencia de la pieza radica en la forma en que profundiza en los conflictos familiares. No necesitamos haber vivido un abandono literal para identificarnos con las situaciones que les suceden a los personajes. Cada uno tiene una historia diferente, pero a todos los une el abandono”, añade la actriz.
Las escenas corren dentro de una escenografía que recrea el interior de una pequeña sala. “Queríamos un montaje íntimo en un foro con pocos espectadores para estar cerca de ellos. Poco a poco el público es testigo de cómo los personajes se descarnan y se convierten en reflejos del propio público”.
La obra comienza en una aparente cordialidad, pero en poco tiempo el espectador descubre que entre los hermanos las cosas están tensas. “Para nosotros como actores ha sido un juego muy intenso porque llegamos a tocar las fibras de nuestra propia historia personal”.
Tania González asegura que uno de los mayores del desafió es conseguir que el público sienta la hermandad entre los actores. “Tenemos la ventaja de que nos conocemos desde hace mucho tiempo y nos hemos formado con maestros comunes, aún así la escena y la ficción demandan otro tipo de creación”.
Esta no es la primera ocasión en que Boris Schoemann dirige una pieza de Marc-Bouchard, anteriormente lo hizo con La divina ilusión. Para la actriz la mano del director aporta el acento en la comicidad. “Ante todo es una comedia negra y él nos ayudó a construir los contrastes donde uno puede decir algo tremendo, pero un sarcasmo hiriente que no da oportunidad a la autocompasión. Además, es dueño de un ojo externo muy entrenado para guiar al actor”.
La intérprete reconoce que en medio del caos que cotidiano hablar de la familia es necesario. “No hay familia ideal, en los últimos treinta años han cambiado de manera radical. Quien sabe a qué horizontes vamos a llegar. Incluso nos estamos replanteando el concepto de individuos”.
Las musas huérfanas, concluye, “es una obra que nos obliga a preguntarnos muchas cosas sobre nuestra propia historia y familia”.
Las musas huérfanas. Galería Los Signos del Zodiaco, del Teatro Sergio Magaña. Las funciones tendrán lugar los fines de semana hasta el 16 de junio. Viernes (20:00 horas), sábado (19:00 horas) y domingos (19:00 horas). Los sábados 1 y 15 de junio la compañía tiene programadas dos charlas al final de la presentaciones.