Estímulos verdes a la compra de camiones con tecnología que permita el uso de diesel ultra bajo azufre podrían incentivar su uso, opina la ANPACT.
Karol García|El Economista|23 de mayo de 2019, 00:12. El próximo 1 de julio entrarán en vigor dos ordenamientos que impactarán en la calidad del aire del país: la obligación de que todos los nuevos vehículos pesados utilicen diésel ultra bajo azufre y el fin de la exención que se otorgó al expendio de este tipo de combustible en el Bajío. Sin embargo, Petróleos Mexicanos (Pemex) aún distribuye 17% de combustible convencional a nivel nacional, y los vehículos que no sean de nueva adquisición mantienen la normativa anterior.
Ambas obligaciones, establecidas en la NOM 044 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por un lado, y en la NOM 016 de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), arrancan de manera conjunta, con el fin de coadyuvar en la calidad del aire luego de la reciente contingencia que se observó en la Ciudad de México y entidades aledañas.
Sin embargo, tendrían un mayor impacto si además de aplicarse la obligación de la NOM 044 de Semarnat a vehículos nuevos, se arrancaran programas de renovación de la flota actual que en el país es de más de 1 millón de vehículos de estas dimensiones con una edad promedio de 18 años o más, consideró Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
El empresario explicó a El Economista que si bien la industria ya está lista para cumplir con las obligaciones, según sus estimaciones con base en estudios de la UNAM en el país la demanda de vehículos de estas dimensiones alcanza 67,000 unidades, pero sólo se colocan 40,000 vehículos nuevos cada año, apenas 60% de las necesidades.
Lo anterior, porque los usuarios de estos vehículos son en su mayoría pequeños y medianos empresarios que transportan carga o pasajeros en una o dos unidades por propietario y sus ingresos no son suficientes para renovar sus vehículos conforme a sus necesidades de eficiencia. Incentivos como estímulos verdes a la adquisición de nuevos camiones con tecnología que permita el uso de diesel ultra bajo azufre, financiamiento por parte de la banca de desarrollo, programas de apoyo para pequeños y medianos comerciantes y capacitación constante a nuevos conductores podrían impulsar esta renovación de la flota que permitiría aprovechar las nuevas regulaciones de manera más amplia, dijo.
Pemex produce todavía 17% de diesel convencional
Por otra parte, Pemex Transformación Industrial y las nuevas marcas de diesel del país tendrán que sustituir 17% de ventas internas de diesel convencional que todavía se distribuye en el país.
Al mes de marzo, Pemex tuvo una proporción de 69% de su elaboración de diesel en ultra bajo azufre. Sin embargo, la estatal importó 56% de sus ventas internas del combustible, y dado que todo el diesel que se compra en Estados Unidos es ultra bajo azufre, la proporción final de las ventas internas de ultra bajo azufre fue de 83%, proporción que se ha mantenido en los últimos años y que incluso se reduce cuando bajan las importaciones, pero que deberá llegar a 100% a partir de julio. Desde el 1 de enero de este año, se debe llevar a cabo el suministro de diésel ultra bajo azufre en casi todo el país, aunque la CRE definió como zona de convivencia temporal entre el combustible convencional y el DUBA las áreas de influencia de las refinerías de Tula y Salamanca.