Eme de mujer. El sexo anal es una práctica tabú que últimamente se ha vuelto muy popular. Sin embargo, existen diferentes riesgos potenciales que no siempre están presentes en el sexo vaginal u oral. Por ejemplo, el ano no puede lubricar naturalmente para reducir laincomodidad y la fricción, así que es fácil lastimarlo.
Y pese a los problemas que conllevan esta práctica, hay muchas mujeres (y hombres) que se ven inclinados a probarlo. Y ya en serio: puede ser MUY placentero y satisfactorio, así que sólo tienes que prepararte e informarte mejor para que tu primer experiencia no se vuelva difícil.
Mayor riesgo de infección bacteriana
El ano carece de las células que crean el lubricante natural que tiene la vagina. Y por si fuera poco, el revestimiento del recto también es más delgado. Así que el riesgo de desgarres aumenta.
Debido a que las heces que naturalmente contienen bacterias pasan a través del recto y el ano cuando salen del cuerpo, las bacterias pueden potencialmente invadir la piel a través de los desgarros y lesiones, lo cual aumenta el riesgo de abscesos anales, una infección profunda que generalmente requiere un tratamiento de antibióticos.
Para minmizar los riesgos, tienes que tomar ciertas precauciones:
Usa un lubricante a base de agua para disminuir la fricción.
Utilicen un ritmo lento a medida que establecen lubricación suficiente
Deténganse si experimentas la mínima cantidad de dolor o incomodidad.
Mayor riesgo de ITS
Debido a que el sexo anal puede provocar infecciones bacterianas, también aumenta el riesgo de infecciones de transmisión sexual. Por ejemplo, ya que la piel es más delgada y propensa a lastimarse, se vuelve una gran oportunidad para contagiarse de una ITS.
Puedes contraer clamidia, gonorrea, hepatitis, VIH y herpes. Varias infecciones pueden tratarse, pero otras NO tienen cura. Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, el sexo anal es la práctica sexual con mayor riesgo de contraer VIH, así que ¡aguas!
Para minimizar los riesgos, tienes que tomar ciertas precauciones:
Usa un condón SIEMPRE. Sin excepción alguna.
Pon atención al tipo de lubricante que usan; los que están hechos a base de aceite pueden dañar el condón y hacerlo propenso a romperse.
Según un artículo publicado en el 2016 en el Diario de ITS, usar la saliva como lubricante es un factor de riesgo para gonorrea, así que NO lo hagas.
Empeorar las hemorroides
Las hemorroides son áreas de los vasos sanguíneos dentro y fuera del recto que pueden causar picazón, sangrado leve y, a veces, dolor. Y si bien pueden ser incómodas y dolorosas, son fáciles de tratar y pueden prevenirse.
Sin embargo, el sexo anal puede irritar las hemorroides existentes de algunas personas. No, no las causa, pero sí puede empeorarlas.
Para minimizar el riesgo, sólo tienes que usar suficiente lubricante para minimizar la irritación. Pero recuerda que no siempre es posible prevenir las hemorroides.
Embarazo
Se supone que las mujeres no pueden embarazarse por tener sexo anal. Sin embargo, es posible que el semen entre a la vagina después del sexo anal Es poco probable, pero puede suceder.
Para minimizar el riesgo, es importante usar condón. Y si quieren pasar de tener sexo anal a vaginal, TIENEN que cambiar de condón para disminuir la exposición a las bacterias.
Mayor riesgo de fístula
En casos muy raros, un desgarre en el revestimiento del ano o recto puede hacerse más grande. A esto se le llama fisura. Y si la fisura se extiende más allá del intestino a otras partes del cuerpo, se le llama fístula.
La fístula puede ser una emergencia médica porque permite que las heces del intestino vayan a otros lugares del cuerpo, causando infecciones y mayor daño al cuerpo.
Ésta es una complicación rara, pero potencial del sexo anal. Por esta razón, es importante usar un buen lubricante y detener la práctica si se siente un poco de dolor.
¿Hay riesgos a largo plazo?
Existe la creencia que el sexo anal extiende el recto a largo plazo, lo cual puede provocar incontinencia fecal. Sin embargo, los expertos no están de acuerdo con esto.
Un estudio de 2016 en el Diario Americano de Gastroenterología concluyó que sí existe un vínculo potencial entre la incontinencia fecal y el sexo anal. Pero se ha criticado mucho al estudio porque no evaluaron otros factores que contribuyen a esta condición.
En general, si las personas toman precauciones que incluyen usar suficiente lubricante y abstenerse de tener relaciones sexuales si la persona siente dolor, no deberían sufrir ninguna complicación a largo plazo.
Por: Andy Bouchot