La obra iniciará con la demolición de las estructuras existentes en la base militar, el desmonte y despalme del terreno, para posteriormente iniciar las cimentaciones; la Sedena instalará campamento de construcción.
Alejandro De La Rosa Y Héctor Molina/El Economista/25 de abril de 2019, 00:09. La primera etapa en la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL) incluye la demolición de las estructuras existentes en la Base Aérea Militar No 1 y el Campo Militar No 37-D, el desmonte y despalme del terreno (que incluye el retiro de 5,195 árboles que fueron plantados con fines ornamentales por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, Sedena) y la excavación, compactación y nivelación del terreno.
La ceremonia de arranque del proyecto está planeada para el próximo lunes y entre los invitados figuran directores de aerolíneas, incluso quienes mostraron rechazo a la posibilidad de contar con un sistema de tres aeropuertos (sumando el de la Ciudad de México y el de Toluca) en lugar de continuar con el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en Texcoco.
Posteriormente vendrán las cimentaciones, la formación de plataformas de terracería, la construcción de caminos interiores, de almacenes cubiertos y a la intemperie y la instalación del campamento desde el cual gestionarán la obra los ingenieros militares.
Debido a que la obra está a cargo de la Sedena y está en una zona militar, hay diferentes restricciones legales que han impedido la divulgación de información relacionada con los estudios técnicos previos que requiere una infraestructura de las dimensiones del AISL, sin embargo, ya hay avances.
“Antes de iniciar los trabajos de preparación del sitio para la ejecución del proyecto, se ha procedido a realizar estudios preliminares, como el levantamiento topográfico, mediante el cual se analiza el terreno y se determinan las áreas que requerirán cortes, rellenos o excavaciones, así como el estudio geotécnico (mecánica de suelos), para posteriormente marcar las diferentes áreas que conformarán las pistas, los edificios y las diferentes estructuras e iniciar las obras de construcción”, detalló la dependencia en su primer informe hecho público.
La Sedena tiene claro el valor histórico del Casco de la Hacienda de Santa Lucía, construida entre 1580 y 1596 y donde actualmente se ubica la Jefatura de la Región Aérea del Centro, por lo que será la única estructura que no será removida por la ejecución del aeropuerto y podría convertirse en un atractivo turístico.
En la etapa inicial, también está considerada la compra de terrenos agrícolas colindantes para utilizarse como áreas de amortiguamiento acústico y de seguridad del proyecto. El proceso de negociación con los propietarios está en marcha.
El campamento y los caminos interiores
Al igual que en el NAIM, la Sedena construirá un campamento donde se van a ubicar oficinas para los coordinadores de los trabajos y donde se analizarán los avances de obra y costos, entre otras acciones.
Sin hacer mayores aspavientos, la dependencia ya tiene considerado un prototipo de oficinas provisionales, lo cual está en línea con los trabajos preparatorios.
También se alistarán para la construcción de caminos interiores con el aprovechamiento de materiales del mismo predio y de otros bancos previamente autorizados (si fuera necesario), para llegar “al nivel de compactación recomendado por el estudio geotécnico, con el grado de humedad óptimo”.
En la información disponible, no se ha referido la cantidad de personas que se relacionan con las primeras etapas de construcción.
Cerro siempre se contempló: AMLO
Fue ayer por la mañana cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, que llevará el nombre de Felipe Ángeles, se iniciará el lunes.
“Adelanto, porque mi pecho no es bodega y siempre digo lo que pienso, que el lunes próximo vamos a iniciar ya la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México”, dijo. Al inaugurar la Feria Aeroespacial México 2019 el mandatario refirió que la base aérea de Santa Lucía, “se salvó de ser desaparecida” por la decisión de no construir el aeropuerto en Texcoco.
López Obrador manifestó que la base aérea cuenta con una superficie de cerca de 3,000 hectáreas, lo que contrasta con el actual aeropuerto de la ciudad de México que tiene 600 hectáreas.
Antes, durante su conferencia de prensa, cuestionado sobre por qué no se tomó en cuenta el cerro en el proyecto de construcción del aeropuerto en Santa Lucía, lo que ocasionó un aumento de 11.7% del costo de la obra a poco más de 78,000 millones de pesos, ironizó: “Claro que se tomó en cuenta el cerro. ¿Saben desde cuándo? Desde hace como 50 años que se construyó el aeropuerto militar de Santa Lucía, porque es el mismo aeropuerto. Ya me imagino que el cerro existía, con todo respeto”.
Asimismo, reconoció que se están haciendo “ajustes al proyecto” y destacó que se debe tomar en cuenta que no hay corrupción, no hay fin de lucro y los presupuestos se están elaborando más apegados a la realidad.
“Antes eran anteproyectos, como es normal en estos casos, ahora ya se está hablando en términos de aeropuertos, ahora ya se está aterrizando. Ya se está viendo más el presupuesto”, expresó.