Ap |La Jornada| jueves, 04 abr 2019 21:31. Alberto Cortez falleció este jueves a los 79 años en Madrid, donde el pasado 27 de marzo fue internado de urgencia en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur, en Mósteles, municipio de la Comunidad de Madrid, reportaron medios locales.
De acuerdo con informes médicos, el intérprete de «Mi árbol y yo» y «A partir de mañana» murió por una insuficiencia cardiaca. La noticia fue confirmada por la Sociedad General de Autores y Editores de España y la Asociación Argentina de Actores en sus respectivas cuentas de Twitter. Cortez vivía en la capital española con su esposa, la belga Renee Govaerts, de la que se decía muy enamorado.
“Consternados por el fallecimiento de Alberto Cortez, un autor único que hizo de la Música su vida, y que convirtió la vida de todos en una música y una poesía que nos acompañará siempre”, expresó la SGAE.
El gremio argentino, en tanto, lamentó el deceso del artista y trasladando condolencias “a sus familiares, amigos y a la comunidad musical».
A lo largo de su carrera Cortez también colaboró con artistas internacionales, incluidos los españoles María Dolores Pradera y Joan Manuel Serrat.
El artista grabó más de 40 álbumes y llegó a ser considerado “El Gran Cantautor de las Cosas Simples”, gracias a temas como “En un rincón del alma”, “Te llegará una rosa” y “Mi árbol y yo”, se consagró como una de las grandes figuras de la música y la poesía.
José Alberto García Gallo, nombre real de uno de los más destacados autores contemporáneos, con canciones basadas en hechos y personajes reales, así como en sentimientos y adversidades de su vida, nació el 11 de marzo de 1940 en Rancul, provincia de La Pampa (Argentina).
A los 12 años compuso una de sus primeras piezas, la cual se titula «Un cigarrillo, la lluvia y tú». En Mendoza realizó sus estudios de secundaria e ingresó al Conservatorio Chopin de San Rafael, donde se integró como cantante a la orquesta Arizona, dirigida por Ricardo Ortiz y Luis Pasquier.
En 1957 se da a conocer en aquella ciudad como «Chiquito García», y es invitado a formar parte del conjunto folclórico Los Andariegos, pero su padre le niega el permiso por sus malas calificaciones en el colegio.
Un año después ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en tanto cantaba con su guitarra en lugares de moda para ayudarse económicamente. Por esas fechas, la Orquesta de Jazz San Francisco lo contrató como vocalista e inició una gira por el país.
En Santiago del Estéreo conoció a Hugo Díaz, quien le propuso integrarse a su grupo y viajar a Europa con un contrato de seis meses, motivo por el que termina su relación con la orquesta y deja por completo la universidad.
Años más tarde, luego de que en 1960 fracasó en Génova con el espectáculo «Argentino International Ballet Show», Alberto visitó Bélgica, donde colocó el disco «Sucu sucu» como número uno.
Su éxito lo llevó por Canadá y Estados Unidos para cosechar más triunfos con temas como «Renata» y «La escalera», este último lo grabó en francés bajo la dirección de Paul Muriat. Además, realizó su primer disco acompañado por Waldo de los Ríos y su orquesta.
Asimismo, participó como autor en el Festival de Mallorca con la canción «Me lo dijo Pérez», y aunque no ganó, el tema interpretado por cantantes como Karina, Mochi o Los Tres Sudamericanos, se convirtió en un éxito universal.
El 2 de junio de 1964 contrajo matrimonio con Renée Govaerts, en Aarschot, Bélgica, ciudad natal de la novia. La pareja se instaló en Madrid.
Posteriormente, editó dos discos con el repertorio que interpretó en los dos recitales del Teatro de la Zarzuela, Madrid, titulados «Poemas y canciones, vol. 1 y 2». Compuso y grabó el disco «El compositor, el cantante», con temas que también fueron grandes éxitos como «Cuando un amigo se va», «El abuelo» y «Hay un Madrid».
Después viajó por primera vez a México, donde se presentó en algunos programas de televisión. Fue aclamado en diversos foros y recibió el apodo «La Voz de la Amistad», y en 1973 recibió su primer Disco de Oro por «Mi árbol y yo», que se sumaría a muchos otros premios.
De 1982 a 1992 realizó giras por América Latina. Actuó en Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y, por supuesto, México y Estados Unidos. En Nueva York se presentó por primera vez en el Carnegie Hall (1992). Ese mismo año grabó en Los Ángeles, California, su disco «Aromas», bajo la dirección de Bebú Silvetti.
En 1994 con Facundo Cabral inició una temporada con un espectáculo creado para ambos artistas llamado «Lo Cortez no quita lo Cabral». Se estrenó en México en el Teatro de la Ciudad, donde cumplieron con éxito 100 representaciones.
En el verano de 1996 en Mar del Plata, Argentina, sufrió un ataque cerebral y el 18 de enero fue operado de una obstrucción de carótida. Salió airoso de la intervención, pero le quedan secuelas que no le permiten volver a tocar la guitarra.
En 1998 grabó en su estudio de Madrid una colección de 70 de sus canciones con el pianista Ricardo Miralles. Obra única por su alto valor artístico, editada en México por Azteca Music con el título «Cortez al desnudo».
En 2000, su trascendencia en el ámbito musical es constatada una vez más con las canciones «Cuando un amigo se va», «Alfonsina y el mar» y «Gracias a la vida», las cuales son consideradas, según una encuesta de un periódico chileno, como las tres mejores canciones en castellano del siglo XX.
Un año después volvió a México y se presentó en diversos teatros del país llevando como invitados a Estela Raval y Los 5 Latinos, con el espectáculo «En un rincón del alma», durante esos conciertos se grabó en vivo un disco doble, a manera de documento, bajo ese título.
En 2004 salió a la venta «Alberto Cortez sinfónico», grabado en directo con la Orquesta Sinfónica de Houston, y un año después lanzó su trabajo discográfico «Identidad», con el que recorrió el mundo.
En 2007, recibió el premio Emmy a la Excelencia Musical, y dos años más tarde puso a la venta en España su biografía «Alberto Cortez: La vida». Un año después, participó en el homenaje que el mundo del futbol le rindió al ex jugador Alfredo Di Stéfano en la ciudad deportiva del Real Madrid.
Además, presentó sus libros «Cortez por los cuatro costados», en el Salón de la Ciudad de Guayaquil, y «Alberto Cortez. La vida», en la Ciudad de México.
En 2009, lanzó «Alberto Cortez. Íntimo», un disco doble con 32 canciones grabadas en vivo en diferentes teatros de España y América Latina.
Asimismo, en noviembre del mismo año brindó el espectáculo «Alberto Cortez Sinfónico», en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, acompañado por la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz (OSJEV), el cual fue grabado y cuyas ventas fueron destinadas a la Fundación Hermes Music, que ayuda a niños desamparados de México.
El año pasado realizó una extensa gira por México, con actuaciones en Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Puebla y Distrito Federal.
En 2011 emprendió una gira por su país natal donde dio a conocer en vivo los temas de “Tener en cuenta” producción que incluye temas inéditos y una nueva versión del clásico «Mi árbol y yo», que grabó junto al cantante guatemalteco Ricardo Arjona.
En marzo de 2012 se presenta en escenarios españoles con el espectáculo “Alberto Cortez en estado puro”, mientras que en abril participa en el Festival Cultural de Zacatecas, en México.
Después regresa a España, y durante mayo se presenta en Bilbao, en el Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid y el Teatro Rojas de la ciudad de Toledo.
En julio, el intérprete viaja a Ecuador, para presentar en el Centro Cívico de Guayaquil su espectáculo “Alberto Cortez Sinfónico”.
Su exitosa carrera musical lo llevó a recibir varios reconocimientos, como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, en España, en la modalidad de música, en 2015, y dos años después obtuvo la Gramola de Oro, en el Primer Festival Internacional de bolero «Ciudad de Madrid».
Entre sus más grandes éxitos se encuentran «Cuando un amigo se va», «En un rincón del alma», “No soy de aquí”, «Callejero», «Mi árbol y yo», «A partir de mañana», «Te llegará una rosa», «Castillos en el aire» y «El abuelo».
El cantautor falleció este jueves a los 79 años en Madrid, donde el pasado 27 de marzo fue internado de urgencia en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur, en Mósteles, municipio de la Comunidad de Madrid.
Alberto Cortez construyó poemas de lo cotidiano en su música
La amistad, la vida de los perros callejeros, la muerte de un amigo, cómo los adolescentes dejan sus hogares y la añoranza hacia sus orígenes, fueron entre otros los temas cotidianos que el poeta Alberto Cortez convirtió en himnos.
Aunque comenzó a escribir canciones desde los 12 años, fue hasta 1961 cuando publicó su primer disco “Welcome to the Latin Club”, que incluyó 12 temas tanto en inglés como en español. Destacan “Mañana”, “Amapola”, “April in Portugal”, “La paloma” y “Oh – Mari”.
En su larga trayectoria, Cortez, quien falleció este jueves a los 79 años, grabó cerca de 40 álbumes de estudio, logrando cuatro Discos de Oro.
Conocido como “el cantor de las cosas simples”, Alberto Cortez destacó por su estilo desgarrado, intenso y belleza poética.
De una sensibilidad envidiable, tocó corazones con temas como “Carta a mi viejo”, en la que le cuenta a su padre las cosas que le habían pasado en el tiempo que había estado lejos de casa, y “Callejero”, canción que se basa en la vida de un perro de la calle.
Pero no sólo los perros fueron su inspiración, también las cigarras, insectos que fueron motivo para la creación de “La canción de las cigarras” y “A partir de mañana”.
Como buen poeta que retrata la cotidianidad de la vida, también añadió contenido social a sus temas, como en el caso de “Instrucciones para ser un pequeño burgués”.
Otros de sus temas más emblemáticos son “Mi árbol y yo”, “A partir de mañana”, “Te llegará una rosa”, “Castillos en el aire” y “El abuelo”, los cuales están basados en hechos y personajes reales, que le ocurrieron a él mismo o a gente cercana a él.
Cortez y Cabral
Cortez trabó amistad con grandes figuras de la industria musical; sin embargo, la más estrecha la tuvo con el cantautor argentino Facundo Cabral, con quien grabó el álbum “Lo Cortez no quita lo Cabral”.
La unión de talento entre ambos enlazó humor y poesía, y con los éxitos de ambos recorrieron el mundo entero a través de una gira en la que era imprescindible escucharlos cantar “No soy de aquí ni soy de allá” y “Cuando un amigo se va”.
Al lado de Cabral también era común oírlo interpretar “Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo», en el que se hace alusión a que el dinero (Oro) no da la felicidad.
Un artista polifacético
Además de cantar, José Alberto García Gallo, por su nombre real, escribió las obras literarias: “Equipaje” (1977); “Soy un ser humano” (1985); “Almacén de almas” (1993), y “Por los cuatro costados” (2007).
Y su desenvolvimiento no sólo fue sobre el escenario, también frente a las cámaras, participando en las películas “Los éxitos del amor”, de Fernando Siro, y “Ritmo a todo color”, de Máximo Berrondo.