A la opinión pública
Ante los señalamientos realizados por el diputado Pavel Meléndez Cruz, en la edición de fecha 3 de diciembre del año en curso, en un diario de circulación estatal, que mereció las ocho columnas y donde acusa a los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de “solapar la corrupción” que dejaron legislaturas priistas en el Congreso del Estado de Oaxaca, queremos precisar lo siguiente:
I.- El proceso de entrega recepción de áreas como son la Secretaría de Servicios Administrativos, la Secretaría de Servicios Parlamentarios y el Órgano de Control Interno, aún se encuentran en proceso, debido que el cambio de titulares de dichas áreas se realizó apenas el pasado miércoles 28 de noviembre. Ante el volumen de información y el nuevo marco jurídico aplicable, el proceso de análisis aún no concluye, por lo tanto no se pueden realizar afirmaciones como las que lanza el diputado, sin contar con los elementos objetivos necesarios.
II.- En cuanto a la presunta deuda de más de 300 millones de pesos que afirma fue heredada por la sesenta y tres legislatura, con supuestos prestanombres, reiteramos que al momento no contamos con evidencia en ese sentido. Sin embargo, por tratarse de un presunto ilícito y al ser obligación de todo ciudadano que conozca de un hecho ilegal denunciarlo, invitamos al legislador a obrar en consecuencia para no convertirse él mismo en un encubridor.
III.- En el mismo sentido, aprovechamos para exhortar a que el diputado, presente ante los órganos internos de esta soberanía o ante las instancias jurisdiccionales competentes, datos de prueba que sustenten que la Junta de Coordinación Política ha negociado y se “ha empeñado en borrar todas las evidencias de corrupción”.
IV.- Cualquiera que conozca la dinámica de la función pública debe saber que el procedimiento viable sería en todo caso, después de la entrega recepción, la realización de un análisis, mismo que requiere de una temporalidad que a la fecha no se ha agotado. Consecuentemente, hablar de la existencia de irregularidades, violaciones a la ley, y más aún de encubrimiento, resulta sumamente irresponsable, si no es que muestra de un afán protagónico y de ignorancia de los procedimientos administrativos.
V.- Finalmente, para conocimiento del diputado, los “acuerdos en lo oscurito” a que hace referencia, se votan en el pleno y consecuentemente, pueden ser controvertidos y en caso de no contar con la aprobación mayoritaria desechados. Hasta la fecha, todos los acuerdos, incluido el que lo hizo secretario de la mesa directiva y que fue procesado precisamente por la Jucopo, fueron aprobados y consecuentemente legitimados por la mayoría de las y los diputados.